La novela se centra en Robert Kett, un inspector de policía atormentado por la desaparición de su esposa, Sarah. Tras una larga carrera en la Policía Metropolitana de Londres, Kett, harta de la presión y las consecuencias de su trabajo, decide tomar una decisión radical: abandonar su vida anterior y su empleo, junto con sus tres hijas pequeñas, para buscar la paz en Norwich, una ciudad costera del este de Inglaterra. Con la esperanza de reconstruir su vida y darle un nuevo rumbo a su familia, Kett espera que el pasado se desvanezca, pero, como suele ocurrir en estos relatos, el destino tiene otros planes.
La tranquilidad en Norwich se ve abruptamente interrumpida cuando dos niñas desaparecen mientras reparten periódicos en bicicleta. La desaparición de las niñas, la similitud en las circunstancias y la falta de pistas convencen a los agentes locales de que un secuestrador está suelto en la ciudad. De repente, Kett se ve arrastrado de nuevo al mundo de la investigación criminal, un mundo que tanto le había atormentado en el pasado. A pesar de su intento de escapar, la desaparición de las niñas despierta su instinto de investigador y lo obliga a enfrentarse a la sombra de su propio pasado.
La investigación se complica cuando Kett descubre que hay personas en Norwich que no quieren que se haga evidente lo que realmente ocurrió con la desaparición de Sarah. Los motivos son confusos, las pistas dispersas y los sospechosos abundantes. A medida que Kett profundiza en la investigación, descubre un entramado de mentiras, secretos y antiguas heridas, que lo llevan a descubrir que el caso de las niñas está intrínsecamente conectado con el misterio que ha estado intentando resolver durante años: la desaparición de su esposa. Con cada pista que encuentra, Kett se acerca a la verdad, pero también se expone a un peligro creciente, enfrentándose a un mal espantoso que amenaza con desvelar la terrible verdad sobre el pasado de Sarah y su propio futuro. La novela está llena de giros inesperados y momentos de tensión que mantendrán al lector en vilo hasta el final.
La historia de “Sin Rastro” no se centra solamente en la desaparición de las niñas; es, en realidad, una profunda exploración del impacto del trauma, la culpa y la búsqueda de la verdad. Robert Kett, el protagonista, es un hombre marcado por la pérdida y atormentado por la posibilidad de haber cometido errores en el pasado. Su viaje a Norwich no es solo una búsqueda de paz, sino también una confrontación con sus propios demonios y una oportunidad para redimirse. A medida que avanza en la investigación, Kett se enfrenta a dilemas morales, se cuestiona sus propias decisiones y se da cuenta de que la verdad a menudo es mucho más compleja y dolorosa de lo que imaginaba.
La novela está magistralmente construida, con una trama intrincada y llena de sorpresas. Alex Smith demuestra un gran dominio del suspense y la narrativa, creando una atmósfera de tensión y misterio que te atrapa desde la primera página. La trama principal, centrada en la desaparición de las niñas, se entrelaza con la investigación sobre la desaparición de Sarah, generando un ritmo ágil y manteniendo al lector constantemente preguntándose quién es el culpable y qué secretos se ocultan tras la fachada de Norwich. La descripción de la ciudad, con sus calles empedradas, sus edificios antiguos y sus gentes misteriosas, contribuye a crear una atmósfera de suspense y de peligro inminente.
Además, la novela explora temas relevantes como la relación entre el padre y las hijas, el impacto del estrés en la salud mental y la importancia del duelo. Kett, a través de su interacción con sus hijas, nos muestra una faceta más humana y vulnerable, y nos hace reflexionar sobre la dificultad de mantener una relación familiar en circunstancias tan adversas. La relación entre Kett y Sarah, aunque breve, está llena de tensión y de amor, y nos hace sentir la magnitud de su pérdida. La novela también plantea interrogantes sobre la naturaleza del bien y del mal, y sobre la capacidad de la humanidad para cometer actos horribles.
Opinión Crítica de Sin Rastro: Una Prometedora Apertura
“Sin Rastro” es, sin duda, una novela que merece ser leída. Alex Smith ha logrado crear una historia original y atractiva, con una trama bien construida, personajes convincentes y una atmósfera de suspense que te mantiene en vilo hasta el final. La novela es una buena puerta de entrada al estilo de escritura de Smith, presentando una propuesta sólida y prometedora, y si bien no alcanza la madurez de algunos autores consagrados del género, demuestra un talento considerable y una gran capacidad para crear suspense.
La fortaleza principal de la novela reside en la construcción del personaje de Robert Kett. El lector se identifica rápidamente con su conflicto interno, su culpa y su deseo de escapar del pasado. Smith logra transmitir eficazmente el sufrimiento y la desesperación de Kett, y lo convierte en un personaje con el que es fácil empatizar. Además, el uso de la ciudad de Norwich como escenario es muy eficaz, creando una atmósfera de misterio y de peligro que contribuye a intensificar la tensión narrativa. La descripción de la ciudad, con sus calles empedradas, sus edificios antiguos y sus gentes misteriosas, es evocadora y contribuye a crear una ambientación que te sumerge en la historia.
Sin embargo, la novela tiene algunas áreas que podrían mejorarse. En algunos momentos, la trama se vuelve un tanto confusa, con demasiadas pistas y sospechosos, lo que dificulta la tarea del lector de seguir la investigación. También, algunos de los personajes secundarios no están suficientemente desarrollados, lo que impide que el lector se sumerja por completo en la historia. A pesar de estas pequeñas imperfecciones, “Sin Rastro” es una novela recomendable para los amantes del thriller policial, especialmente para aquellos que disfrutan de historias con personajes complejos, una trama intrincada y un buen misterio que resolver.
“Sin Rastro” es una apertura muy prometedora para Alex Smith, y es una lectura que merece ser disfrutada. Se trata de una novela que te dejará con ganas de más, y que te hará cuestionar la naturaleza de la verdad, la justicia y la redención. Con una buena dosis de suspense, una trama bien construida y un personaje principal convincente, “Sin Rastro” se convierte en un thriller policial que te enganchará desde la primera página y te mantendrá en vilo hasta el final. Se recomienda, sobre todo, para lectores de Patricia Cornwell, Ian Rankin o Val McDermid.


