Hace veinticinco años que no mata a nadie.
Realiza tiempo que lo cambió todo por llevar la vida regular.
Aunque Unji, su hija, lleva días sin pasar por casa y los números del teléfono se desdibujan cuando intenta llamarla.
¿Cómo funcionaba esto exactamente? ¿Cuál era el número? De hecho… ¿a quién quería llamar? Para este asesino en serie retirado, la vejez no parece el camino tranquilo que esperaba.
Los primeros síntomas del alzhéimer se manifiestan al mismo tiempo que en su barrio comienzan a producirse una serie de crímenes.
Alguien está secuestrando y matando a mujeres jóvenes, mujeres como su hija, hoy en paradero desconocido.
Y, por si fuera poquito, unicamente hace pocos días que esta decidió presentarle a su prometido, un hombre con los ojos fríos como el hielo.
En Quién sabe si mañana seguiremos aquí, Kim Young Ha narra la lucha solitaria de un hombre contra el olvido, la batalla contrarreloj que ce enfrenta a las brumas de su memoria para hallar pistas acerca de la desaparición de su hija.
Un combate sin aliados en el que ni siquiera se puede fiar de sí mismo.
«Nihilismo del bueno, del de toda la vida.
Eso parece noir coreano».
– Los Angeles Times