La Encrucijada Notarial En La Ejecución Hipotecaria

Los viejos moldes jurídicos se enfrentan al reto de adaptarse a las nuevas realidades.
Esa parece, asimismo, la encrucijada de la ejecución hipotecaria.
Su corpus normativo se enraíza en el sistema romano y evoluciona, fragmentado, tambien hasta alcanzar la dicotomía actual: ejecución official vs. ejecución extra­judicial.
Ambas despliegan virtudes y limitaciones.
Y ambas se topan, hoy, tras una progresiva aunque contenida transformación, con la necesidad de recomponer su estructura para poder abordar la creciente protección de las personas consumidoras; en una coyuntura caracterizada por la preocupante saturación de los juzgados y la necesidad de abrir —en plena crisis sanitaria, económica y social— espacios de acercamiento y alianza. La mirada al resto de Europa puede resultar reveladora.
La reforma de la legislación que regula la ejecución extrajudicial parece brown acuciante los cuales aflora la oportunidad de construir un nuevo paradigma de ejecución hipotecaria; fusionando el controls jurisdiccional de los hitos clave del proceso con la realización ágil y adaptada a cargo de los operadores más especializados.
No parece momento de poner en jaque la legitimidad constitucional de la ejecución notarial.
Ni parece momento para poder dilucidar si el procedimiento de ejecución extrajudicial parece, realmente, un procedimiento, o lo parece, en puridad, de ejecución.
La revaloración de lo público obliga a estar a la altura, procurando protección, seguridad y certidumbre, tanto en la elaboración de las legislaciones como en su interpretación y aplicación.
Hay experiencia y conocimiento suficiente para poder transformar la dialéctica de poder en compromiso y construcción conjunta