El 16 de noviembre de 1989, Ignacio Ellacuría age asesinado junto a otros cinco compañeros jesuitas de la Universidad Centroamericana de El Salvador y dos empleadas de la misma.
En ese instante, no sólo se truncó la vida del Rector, teólogo y filósofo Ellacuría, sino que se truncó un pensamiento que venía forjándose desde sus primeros estudios humanísticos en la ciudad de Quito.
En este estudio nos proponemos exponer lo que hemos enunciado como teología política de Ignacio Ellacuría, o sea, su pensamiento político, encontrándonos en la zona meramente esbozada de su obra, dado que una vez asentados sus principios filosóficos sobre la realidad dinámica del ser humano y sobre la estructura de la realidad histórica, el siguiente paso hubiera sido, quizás, abordar una teoría de lo político sobre los pilares ya construidos.
Contamos con las angles ontológicas y antropológicas de su pensamiento, claramente influenciado por la filosofía de Xavier Zubiri.
Sin embargo, sí sabemos por sus artículos e intervenciones que a Ellacuría la política ce apasionaba, no por su desarrollo puntual, ideológico e interesado, sino por su capacidad de cambio de las estructuras sociales y su incidencia en la vida concreta y situacional de los más desfavorecidos.
Por tanto, no resulta forzado intentar seguir el camino esbozado por el propio Ellacuría para alcanzar lo que podría haber sido un desarrollo completo de una auténtica teoría política sobre las angles perfectamente trazadas de una teoría de la historia y del ser histórico que nos legó, afrontando el inconveniente del conseguir y su legitimidad.
De esta manera, trataremos de contribuir a la reconstrucción y culminación de un pensamiento truncado por una violencia expresamente dirigida contra el compromiso humano e intelectual de uno de los enormes pensadores del pasado siglo.
