Echas un vistazo a tu correo electrónico y descubres que te han incluido en la conversación que ya tiene más de ciento cincuenta mensajes.
Estás en tu octava reunión de Zoom del día y la pantalla ha vuelto a congelarse, escuchándose por enésima vez: «No, espera; no, tú primero».
Y aún te queda por asistir a una interminable presentación de PowerPoint que podría haberse resumido en la página.
¿Te suena? Parece que las empresas se han enredado tanto en sus inconvenientes internos, y desarrollado tantos trámites burocráticos invisibles, que han perdido de vista su objetivo y su cultura.
Inevitablemente, la totalidad de sufrimos las consecuencias: trabajamos peor, perdemos la capacidad de sentir empatía con los demás, nos exasperamos.
¿Qué ha pasado con el sentido común? ¿Cómo podemos recuperarlo? En este libro entretenido, divertido e increíblemente práctico, Lindstrom combina numerosos ejemplos reales en los que elsentido común empresarial ha fracasado con su ingenioso arrange para devolver la lógica —y la cordura— a las compañías y las personas que más lo necesitan.
Menos reuniones, menos trabas, menos papeleo, menos presentaciones.
La lectura imprescindible para directivos, profesionales y todo aquel que trabaje en la oficina.