La historia se centra en Viktor Yevgrafovich Erofeych, un inspector del Ministerio de Educación y Cultura de la URSS, encargado de investigar los extraños y alarmantes informes provenientes del Instituto NICASO. El Instituto, ubicado en un remoto y desolado rincón de la Unión Soviética, se dedica a la investigación de fenómenos inexplicables, incluyendo la posibilidad de que “la razón” no sea tan fiable como se creía. Lo más inusual, y lo que justifica la preocupación de Erofeych, es la afirmación de que el lunes comienza el sábado. Para el mundo exterior, es una locura; para los científicos del Instituto, es una norma cotidiana, y un obstáculo para la investigación.
El Inspector Erofeych, un hombre pragmático y, inicialmente, escéptico, se adentra en el mundo del Instituto, un lugar donde la lógica es borrosa, los horarios son arbitrarios y los experimentos, a menudo, terminan en desastres. Allí conoce a la doctora Zlatogor, una científica brillante y extraña que dirige la investigación, y al doctor Volkov, un ingeniero cuestionable y con un pasado turbio. Erofeych se entera de que la existencia del Instituto se basa en un experimento que intentó “desestabilizar” la razón a través de la introducción de lo absurdo. Se trata de un intento de demostrar que la propia estructura de la razón, si se confronta con la pura incongruencia, colapsa. El Instituto, y específicamente el experimento, se realizan con una curiosidad obsesiva, alimentada por la falta de presupuesto y la burocracia. El objetivo final es la creación de un “monstruo” que no sea un ser físico, sino una disrupción de la lógica.
A medida que Erofeych profundiza en el caso, descubre que el Instituto está investigando también la existencia de la «Cabaña con Patas de Gallina de Baba Yagá», un museo que exhibe un objeto en el que se dice que reside el espíritu de una hechicera rusa y que, por alguna razón, es considerado una amenaza para el poder de la URSS. La idea de que un objeto místico pueda desafiar la lógica científica del Instituto es un detonante más para la investigación, alimentando un ciclo de experimentos, fallos y paradojas. La historia se complica aún más cuando la burocracia soviética interviene, imponiendo nuevas regulaciones y presiones que obstaculizan la investigación y exacerban el caos interno del Instituto. El objetivo principal de los Strugatski es exponer la ridícula naturaleza de la burocracia soviética y su impacto en la lógica y el pensamiento.
El corazón de la novela radica en la
. La representación de la burocracia soviética, con sus procedimientos absurdos, sus obsesiones por el control y su falta de sentido común, es brutalmente fiel a la experiencia de muchos. Los Strugatski utilizan el absurdo para exponer las contradicciones del sistema, mostrando cómo la lógica puede ser manipulada en aras de la ideología. El personaje del Inspector Erofeych, con su esfuerzo para encontrar una explicación racional a lo inexplicable, representa el desafío a la autoridad y a la lógica imposible.
Considerando todo, «El Lunes Empieza El Sabado» es una obra que supera su categoría de ciencia ficción. Es una obra que continúa siendo relevante en el presente, ya que aborda temas fundamentales como la importancia del pensamiento crítico, la libertad de expresión y la necesidad de cuestionar las estructuras de poder. Se la puede recomendar a cualquiera que disfrute de la lectura inteligente, la narrativa ingeniosa y las reflexiones profundas. Es un libro que merece ser leído y releído, porque, como nos recuerda, la verdad a menudo se esconde en lo absurdo.


