Un padre y un hijo ven cómo se desarrolla la historia ante ellos, en el mar de Lampedusa.
Apuntes para un naufragio parece la novela que cuenta lo que está sucediendo en el Mediterráneo, que habla de quienes lo cruzan, de los rescates, los muertos, aunque asimismo de la relación parmi el narrador y su padre.
Lampedusa, de lepas, la roca erosionada por la furia de los elementos, que resiste en la vastedad del mar abierto.
O Lampedusa, de lampas, la antorcha que brilla en la oscuridad.
En la isla que se extiende hacia el sur, parmi África y Europa, Davide Enia mira a los que llegan y a los que esperan.
Por un lado, la multitud en movimiento, que cruza países enteros y el mar Mediterráneo, en condiciones más allá de toda imaginación.
«Serán ellos los que empleen las palabras exactas para describir lo que significa llegar a tierra firme, después de escapar de la guerra y de la miseria, persiguiendo el sueño de la vida mejor.
Y serán ellos quienes nos expliquen en qué se ha convertido Europa y nos mostrarán, como un espejo, en qué nos hemos convertido nosotros».
Por el otro, para tratar de darle la bienvenida, un puñado de hombres y mujeres al borde de la época y un continente.
Un padre y un hijo ven cómo se desarrolla la historia ante ellos, en el mar de Lampedusa.
Apuntes para un naufragio parece la novela que cue…
