Esta novela es como una tapicería de un tiempo que prácticamente nos semeja prehistórico: la vida altofranquista de España y su prolongación londinense, evocadas por un autor que vivió de cerca aquel tiempo.
La idea le vino a Jesús Pardo releyendo La colmena, de Cela, cuyo tema es la vida «plebeya».
en España durante esos años.
Aportando el reflejo de sus alturas sociales, el prosista creyó que asistiría sensiblemente a completar la evocación de tan compleja y malinterpretada temporada.
Su acción es como un rompecabezas cuyas piezas, de rigurosa realidad, compusieran escenas ficticias, o bien como un espéculo deformante de la más severa exactitud.
Ambos viran en torno a dos ejes el cabaret de gran lujo «Don Juan».
y la embajada española, y dan sabroso gato por liebre a condición de mantener la seriedad en un tragicómico sainete de falsos honores y débiles placeres.
Sus primordiales personajes son, respectivamente, Lady Idonea Hockover, heredera de una de las más opulentas y nobles familias escocesas, que pasa el tiempo haciendo de puta por un dinero que no precisa, y el linajudo conde de Sietevillas, cuya misión consiste en adecentar, fijar y dar esplendor a una farsa entre valleinclanesca y galdobarojiana a cambio de honores que le sobran.
Ambos se encuentran, se reconocen y vuelven a una realidad cuya paz se paga con la vida.