El libro de Vuillard se construye en torno a una narrativa coral, desplegando la historia del 14 de julio de 1789 no desde la perspectiva del asalto a la Bastilla, sino desde el momento previo y desde la perspectiva de aquellos que se encontraban en el corazón de la acción. El autor realiza un trabajo exhaustivo para reconstruir la realidad de ese día, basándose en documentos de la época, relatos de testigos y, sobre todo, en la imaginación para llenar los vacíos de la historia oficial.
El relato comienza con una serie de preparativos que sucedieron en los días previos al 14 de julio. Vuillard nos transporta a los barrios más pobres de París, donde la desesperación por la carencia de alimentos se hacía cada vez más palpable. La gente, hambrienta y desamparada, se reunía en plazas y calles, escuchando rumores y especulaciones. La situación se agudizaba con la desbandada de la Gran Asamblea de Notables, que se había reunido para suprimir la rebelión, y con la creciente tensión entre la Guardia Nacional y el ejército real. El autor describe con detalle la creciente agitación popular, alimentada por el miedo y la desconfianza hacia el gobierno.
Antes del asalto a la Bastilla, el libro relata la Rebelión de los Trabajadores de Reveillon. Esta sublevación, que tuvo lugar en abril de 1789, es frecuentemente eclipsada por los acontecimientos del 14 de julio. Sin embargo, Vuillard la pone en el centro de la narrativa, demostrando que fue una reacción fundamental ante la recortes salariales impuestas por los dueños de las manufacturas. La represión brutal de la rebelión por parte de las autoridades, que dejó decenas de muertos, demuestra la violencia inherente al régimen de Luis XVI y la creciente radicalización del movimiento revolucionario. Esta experiencia, con sus muertes y su desesperación, se convierte en el detonante de la toma de la Bastilla.
Vuillard se centra en el momento crucial en el que una masa desorganizada de parisinos, movida por un enojo generalizado, decidió atacar la Bastilla. El libro describe, con una precisión sorprendente, la dinámica de este asalto, revelando que no fue un acto de heroísmo idealista, sino un acto de desorden y impulsividad. La gente, en su mayoría obreros, artesanos y campesinos, no tenía un plan definido, sino que simplemente “se armó” y se dirigió a la fortaleza, que era considerada un símbolo del poder real. La toma de la Bastilla, desde esta perspectiva, se convierte en una reacción espontánea a la opresión y a la amenaza de represión.
El autor se adentra en la vida de la corte real de Versalles, mostrando el contraste entre la opulencia y el desdén de la monarquía y la miseria de la población parisina. La Gran Asamblea, compuesta en su mayoría por nobles y clérigos, que inicialmente se opuso a la rebelión, se ve obligada a ceder ante la presión popular. La paradoja de una institución que representaba el poder absoluto, ahora “abrazando” al pueblo, ilustra la velocidad con la que se estaba desarrollando la Revolución. El trasfondo económico y social de la época, marcado por la crisis financiera, la desigualdad y la pobreza, es fundamental para entender las causas de la rebelión.
Finalmente, Vuillard argumenta que la toma de la Bastilla fue un punto de inflexión en la historia de Francia y de Europa. El evento, aunque aparentemente caótico y sin un plan estratégico, desencadenó una serie de acontecimientos que llevarían al fin del Antiguo Régimen y al surgimiento de la República. El libro destaca la importancia de la voluntad popular como motor de la historia, y advierte que la historia no es una narrativa lineal de grandes personajes, sino un producto de la memoria colectiva y de las decisiones tomadas por los individuos comunes.
Opinión Crítica de 14 De Julio: Un Homenaje a la Voluntad Popular
«14 de Julio» es, sin duda, un libro sumamente importante y con un valor histórico innegable. La labor de Vuillard al darle voz a la multitud representa un cambio radical en la forma de entender la Revolución Francesa. El autor logra superar la visión tradicional que ha dominado la historiografía durante siglos, ofreciendo una perspectiva más completa y humana de los acontecimientos. Es una obra innovadora y accesible que merece ser leída por cualquier persona interesada en la historia de la Francia moderna.
Sin embargo, algunos críticos han argumentado que el libro, en su enfoque en la experiencia individual, puede desdibujar la importancia de las estructuras de poder y de las figuras clave de la Revolución. Es importante reconocer que, si bien Vuillard ofrece una perspectiva valiosa, la historia de la Revolución Francesa es compleja y multifacética, y que no se puede reducir a una simple narración de la “voluntad popular”. El libro no es una crítica a esta visión, sino una complemento a la misma.
«14 de Julio» es un libro recomendable para cualquier lector interesado en la historia, especialmente para aquellos que busquen una perspectiva más crítica y humanista de este evento crucial. La obra de Vuillard es un homenaje a la voluntad popular y a la capacidad de las masas para transformar el curso de la historia. Es un libro que nos invita a reflexionar sobre el poder, la justicia y la memoria. Además, la forma de escritura de Vuillard es vibrante y apasionada, lo que hace que la lectura sea especialmente atractiva. Considero que el libro es un valioso contribución al debate historiográfico sobre la Revolución Francesa, y que definitivamente merece ser incluido en la biblioteca de cualquier persona interesada en la historia de la humanidad.
