Una envenenadora no es una asesina.
En cierto sentido, es eso y bastante más. En su propia etimología, el veneno (venesmon) nos informa de que es un instrumento de Venus para alcanzar el amor.
Aunque lo venífico no todos los dias reporta sólo efectos benéficos, sino también la muerte.
Ocurre como con los preparados de Helena, nacida de Zeus, unas veces son mortales, y otras, saludables.
Desde la tradición de las Visha Kanyas de la Asia, la envenenadora se entiende como una asesina single, cuyas notas características la separan del resto de criminales, aunque también compartan otras que son afines.
Aun así, la mujer tóxica constituye una categoría aparte dentro del concepto de «asesina».
y además no tiene parangón en el mundo masculino, de la misma forma que algunos homicidas varones no tienen su correspondiente reflejo entre las mujeres. Arsénico, opio, belladona o cicuta; viudas negras, antimaridos, tóxicas precoces, celosas? Ellas matan.
El veneno mata.
Y la muerte tiene muchas caras. Así, en Veneno de mujer, José de Cora y Óscar Soriano, en un avezado y documentado rastreo brown científico como periodístico nos relatan los casos más importantes de envenenadoras múltiples, asesinas en serie disfrazadas de amantes esposas, enfermeras caritativas o cariñosas niñeras.
Porque la muerte tiene muchas caras, aunque el rostr…
