La historia nos presenta a “El Oso”, un oso adorable y con una vida aparentemente normal, hasta que un día se da cuenta de que no sabe leer el reloj. Su vida se convierte en un caos: se pierde el desayuno, el autobús que lo lleva al colegio, es castigado por llegar tarde a clase sin tener una justificación, pierde la oportunidad de participar en actividades como música o la hora de comer. La situación se agrava hasta el punto en que su vida se vuelve un verdadero “contrarreloj”, lleno de contratiempos y frustraciones. El libro ilustra de forma clara y vívida cómo la falta de comprensión del tiempo puede generar estrés, ansiedad y, en última instancia, limitar las posibilidades de un niño.
El giro de la historia ocurre cuando El Oso, impulsado por la necesidad de cambiar su situación, decide aprender a leer las manecillas del reloj. Con la ayuda de un amigo sabio, comienza un proceso de aprendizaje divertido y progresivo. Primero, aprende a identificar las horas en el reloj, luego comprende el concepto de minutos, y finalmente, puede realizar cálculos sencillos relacionados con el tiempo. Este aprendizaje no solo le permite recuperar su rutina diaria, sino que también le abre un mundo de posibilidades. De repente, El Oso puede participar en una infinidad de actividades extraescolares, desde dancing y kung fu hasta hockey, siendo a la vez un dj, un bombero, un voluntario, un escultor, un extra de cine, un músico y mucho más.
La narrativa de «Un Oso A Contrarreloj» se centra en el proceso de aprendizaje de El Oso, transformando una situación de desastre en una aventura llena de descubrimiento. El libro no solo enseña a leer las horas, sino que también introduce conceptos importantes como la planificación, la organización y la gestión del tiempo. El personaje de El Oso es un excelente vehículo para transmitir estas ideas de una manera que los niños pueden comprender y conectar. La historia enfatiza la importancia de la temporalidad y cómo ésta afecta nuestra vida diaria.
El libro utiliza una estructura gradual para enseñar a leer el reloj. Comienza con lo básico: identificar las manecillas, comprender las horas y luego los minutos. A medida que El Oso avanza, se le presentan desafíos y actividades que lo obligan a aplicar lo que ha aprendido. Por ejemplo, le pide que organice su tiempo para poder asistir a todas sus actividades, lo que le ayuda a desarrollar habilidades de planificación y priorización. Este enfoque incremental refuerza el aprendizaje y evita que el niño se sienta abrumado por la información. Además, la historia crea una sensación de logro a medida que El Oso supera cada obstáculo, fomentando su motivación y confianza.
Opinión Crítica de Un Oso A Contrarreloj. Aprendemos A Leer Las Horas
“Un Oso A Contrarreloj” es un libro muy bien ejecutado que cumple su promesa de enseñar a los niños a leer las horas de una manera divertida y atractiva. El estilo de escritura es claro, conciso y adaptado al público infantil. Las ilustraciones son coloridas, expresivas y ayudan a visualizar la historia de manera efectiva. La trama es simple pero efectiva y el personaje de El Oso es encantador y fácil de identificar. El libro es un excelente recurso para padres y educadores que buscan una forma de introducir a los niños en el concepto del tiempo.
Sin embargo, el libro podría beneficiarse de un poco más de desarrollo en algunos aspectos. Si bien la idea de que El Oso se convierte en un experto en diversas actividades gracias a su nueva habilidad de leer el tiempo es un recurso atractivo, podría ser más realista en la vida real. No obstante, este elemento sirve más como una herramienta para motivar al niño y demostrarle que, al dominar el tiempo, puede alcanzar sus objetivos. «Un Oso A Contrarreloj» es un libro recomendable para niños de entre 4 y 8 años. Con una inversión de tiempo, el libro puede convertirse en una herramienta valiosa para fomentar la conciencia temporal y la responsabilidad en los niños. Se considera un recurso excelente para iniciar una conversación sobre el tiempo y su importancia en nuestras vidas.


