“Tratas Atlánticas y Esclavitudes en América” se presenta como un ambicioso proyecto de investigación, compuesto por dos partes cuidadosamente articuladas que se complementan para ofrecer una visión completa del comercio de esclavos en el mundo atlántico. La obra, producida por la Universidad de Sevilla Secretariado de Publicaciones, cuenta con las contribuciones de 17 especialistas de instituciones académicas en España, Portugal, Italia, Estados Unidos, México, Brasil, Chile y Bolivia. Esta diversidad de perspectivas enriquece enormemente el análisis, permitiendo una comprensión más matizada y profunda de los problemas en cuestión.
La primera parte, titulada «Tratas Atlánticas», se centra en la investigación de las tratas que ocurrieron en el espacio geográfico definido por el Atlántico, sin embargo, no se limita a este ámbito. Examina las relaciones comerciales y de tráfico que existían entre los diversos territorios que actuaron como generadores, distribuidores o compradores de esclavos. Esto incluye un análisis detallado de Portugal, España y los archipielagos atlánticos, como las Islas Canarias y las Azores, que jugaron un papel fundamental en la logística de las tratas. Un aspecto crucial de esta parte es el énfasis en los mecanismos logísticos, mercantiles y financieros que hicieron posible esta compleja red de tráfico. Se analizan las rutas marítimas, las técnicas de navegación, el papel de los puertos, las finanzas internacionales y las estrategias de inversión. Además, la obra explora el papel de las empresas mercantes que operaban en el Atlántico, analizando sus estructuras organizativas, sus acuerdos comerciales y sus estrategias de gestión de riesgos. La parte «Tratas Atlánticas» ofrece un análisis riguroso y detallado de las operaciones comerciales que sustentaron el comercio de esclavos, destacando la importancia de la coordinación entre los diferentes actores involucrados.
La segunda parte, «Esclavitudes en América», proporciona una panorámica del funcionamiento de los mercados de esclavos en el continente americano. Se establece una clara conexión entre esta dinámica con el sistema negrero atlántico, explicando cómo las condiciones que definieron el tráfico transatlántico se replicaron y adaptaron en las colonias americanas. Sin embargo, la obra no solo se limita a analizar la «importación» de esclavos desde África; también examina las dinámicas esclavistas internas al propio continente americano. Se estudian, entre otras, las regiones de Charcas (actual Bolivia) y Chile, analizando las estructuras sociales y económicas que favorecieron la explotación de los esclavos. Asimismo, se analiza el caso de Puerto Rico y la Nueva España para comprender las particularidades del mercado de esclavos en estas regiones. Las estudios de caso proporcionados permiten una renovada visión de conjunto, considerando los factores locales que influyeron en la extensión y el funcionamiento del mercado de esclavos. La obra reconoce que el comercio de esclavos no se realizó en un vacío; estaba profundamente entrelazado con las estructuras sociales, políticas y económicas de las sociedades coloniales.
“Tratas Atlánticas y Esclavitudes en América” presenta un análisis exhaustivo y, a la vez, interdisciplinario de uno de los capítulos más oscuros de la historia humana: el comercio de esclavos. La obra, producida por un equipo de 17 especialistas de universidades de diversos países, se caracteriza por su rigor metodológico, su amplia abarcación geográfica y temporal, y su énfasis en la comprensión de las dinámicas sociales, económicas y políticas que sustentaron esta práctica. El libro no se limita a registrar las cifras de personas traficadas; busca desentrañar los mecanismos que hicieron posible la “industria del horror”.
La primera parte, «Tratas Atlánticas», se centra en la investigación de las tratas que ocurrieron en el espacio geográfico definido por el Atlántico. Analiza las relaciones comerciales y de tráfico que existían entre los diferentes territorios que actuaron como generadores, distribuyentes o compradores de esclavos. Incluye un análisis detallado de Portugal, España y los archipielagos atlánticos, como las Islas Canarias y las Azores, que jugaron un papel fundamental en la logística de las tratas. Se presta especial atención a los mecanismos logísticos, mercantiles y financieros que hacían factible el conjunto de las tratas atlánticas. El libro destaca la importancia de la coordinación entre los diferentes actores involucrados, y analiza las estrategias de gestión de riesgos utilizadas por las empresas mercantiles que operaban en el Atlántico. Además, la obra explora el papel de las instituciones financieras y de las redes de crédito que facilitaron el comercio de esclavos. Se muestra claramente cómo la innovación financiera contribuyó a la ampliación del mercado de esclavos.
La segunda parte, «Esclavitudes en América», proporciona una panorámica del funcionamiento de los mercados de esclavos en el continente americano. Se establece una clara conexión entre esta dinámica con el sistema negrero atlántico, explicando cómo las condiciones que definieron el tráfico transatlántico se replicaron y adaptaron en las colonias americanas. Sin embargo, la obra no solo se limita a analizar la «importación» de esclavos desde África; también examina las dinámicas esclavistas internas al propio continente americano. Se estudian, entre otras, las regiones de Charcas (actual Bolivia) y Chile, analizando las estructuras sociales y económicas que favorecieron la explotación de los esclavos. Asimismo, se analiza el caso de Puerto Rico y la Nueva España para comprender las particularidades del mercado de esclavos en estas regiones. El libro destaca la importancia de los factores locales que influyeron en la extensión y el funcionamiento del mercado de esclavos. Además, se analiza la interacción entre los esclavos y sus señores en contextos específicos, mostrando cómo la esclavitud no fue solo un sistema de explotación laboral, sino también una forma de control social y cultural.
Opinión Crítica de Tratas Atlánticas Y Esclavitudes En America
“Tratas Atlánticas y Esclavitudes en América” es, en general, un libro excelente y muy necesario. La obra representa un importante contribución al estudio del comercio de esclavos y ofrece una visión amplia y detallada de un tema que a frecuente ha sido tratado de forma superficial. La metodología utilizada en la investigación es rigurosa y se apoya en una amplia variedad de fuentes históricas y arqueológicas. La diversidad de autores y regiones estudiadas enriquece enormemente el análisis, ofreciendo una perspectiva más completa y matizada del tema.
Sin embargo, existen algunas áreas donde el libro podría mejorarse. Si bien la obra proporciona un análisis muy detallado de los mecanismos económicos del comercio de esclavos, a veces se centra demasiado en los aspectos maritimos y financieros, pasando por alto la dimensión social y cultural de la esclavitud. Sería útil profundizar en el análisis de las experiencias personales de los esclavos, mostrando cómo vivían, trabajaban, se relacionaban y luchaban por su libertad. Además, el libro podría beneficiarse de una mayor consideración de el papel de las mujeres esclavas, que a frecuente han sido marginadas de la historia de la esclavitud.
Otra recomendación es dar mayor énfasis a el impacto de la esclavitud en la creación de identidades éticas y políticas en las sociedades coloniales. La esclavitud no solo fue un sistema de explotación laboral; también fue un catalizador de conflictos y tensiones sociales que moldearon el desarrollo de las identidades éticas y políticas de las sociedades coloniales. En conclusión, “Tratas Atlánticas y Esclavitudes en América” es un libro importante y valioso que debe ser leído por cualquier persona interesada en la historia del comercio de esclavos y sus consecuencias. Se recomienda de forma absoluta, con algunas sugerencias para mejorarlo en futuras ediciones.


