«En el estar resuelto, el Dasein es su futuro; en el ser culpable, es su pasado; y en el actuar entra en el presente.
El Dasein no es nada más que ser tiempo.
El tiempo no es nada que nos llegue del exterior del universo, sino lo que yo mismo soy».
Empeñado en repensar el sentido del ser en toda su radicalidad, Martin Heidegger (1889 1976) mostró un temprano interés por la especificidad del tiempo histórico, tal como había sido puesta de manifiesto por Dilthey.
En éste encuentra Heidegger un punto de apoyo a su crítica de la concepción trascendental de la conciencia y una ayuda para desarrollar las categorías de la vida fáctica.