La historia comienza con la contratación de Juan Ollero y Magín por parte de Cristina Tarazona, una mujer atormentada por las acciones de su tío, Ricardo, quien, sin que ella lo supiera, había cometido un posible robo y posteriormente, de forma inexplicable, había caído por la ventana de su propio apartamento. La complejidad del caso reside en la aparente falta de lógica en las acciones de Ricardo, lo que rápidamente convierte la investigación en algo mucho más intrincado de lo que parecía a simple vista. Desde el inicio, se establece que Juan Ollero ya no es el brillante investigador que fue en su juventud; su capacidad analítica ha disminuido, y su confianza en sí mismo está en declive.
Pero aquí es donde entra en juego el concepto del “yo ficticio”. A medida que avanza la investigación, Juan Ollero, con la ayuda de Magín, comienza a construir una versión idealizada de sí mismo, un “John Ceramic”, un alter ego basado en la figura del famoso detective de ficción. Este «John Ceramic» no es simplemente un personaje inventado; es una herramienta, una estrategia para desbloquear su potencial analítico. A través de esta proyección, que se manifiesta como un alter pride, Juan Ollero comienza a recuperar la precisión y la intuición que había perdido, permitiéndole reconstruir el rompecabezas que es el caso de Cristina Tarazona. Esta fusión de realidad y ficción es central para la narrativa y ofrece una perspectiva única sobre el proceso de autodescubrimiento y la recuperación de la identidad.
A lo largo de la investigación, se descubren conexiones inesperadas y personajes ambiguos, añadiendo capas de suspense a la trama. La relación entre Juan Ollero y “John Ceramic” se profundiza, creando un equilibrio entre la experiencia personal del detective y el conocimiento intuitivo del personaje ficticio. Magín, con su pragmatismo y su lealtad, es el ancla que mantiene a Juan Ollero en tierra firme, proporcionándole el apoyo emocional y lógico que necesita para navegar por la complejidad del caso.
El viaje no está exento de peligros, y la investigación de Juan Ollero y «John Ceramic» los lleva al encuentro de una figura misteriosa y enigmática, “El Caballero”. La aparición de «El Caballero» introduce un elemento de intriga y peligro, sugiriendo que las motivaciones de la figura son mucho más complejas y que la investigación de Juan Ollero y Magín están interconectadas con una red de secretos que se extiende mucho más allá de lo que inicialmente pensaban. La muerte de Cristina Tarazona, aunque trágica, sirve como catalizador para el periplo de «John Ceramic», acelerando su desarrollo y consolidando su papel como la principal herramienta de Juan Ollero.
La resolución del caso de Cristina Tarazona, aunque satisfactoria a nivel narrativo, no es la culminación del viaje de Juan Ollero. Más que un simple acto de resolución de un crimen, representa el punto de inflexión en la construcción de “John Ceramic” y el reconocimiento de su potencial. La muerte de Cristina, por terrible que sea, desencadena una serie de revelaciones que demuestran la profunda conexión entre el caso y la vida de “El Caballero”. Se descubre que Ricardo, el tío de Cristina, no actuó por su propia voluntad, sino que fue manipulado por fuerzas oscuras y que su caída era parte de un plan orquestado para desviar la atención de un crimen mucho mayor.
La investigación, a medida que avanza, se convierte en una exploración de la memoria y la manipulación. Se desentrañan secretos familiares ocultos, y se revela la existencia de una sociedad secreta, vinculada a «El Caballero», que ha estado operando en la ciudad durante décadas. La figura de «El Caballero» resulta ser un agente del pasado que busca vengarse de una antigua injusticia, y la investigación de Juan Ollero se convierte en una batalla entre el bien y el mal. La construcción del «yo ficticio» es la clave para que Juan Ollero pueda enfrentarse a esta amenaza, aprovechando las habilidades y la intuición que «John Ceramic» le proporciona.
El final de «Stacco» no ofrece respuestas fáciles, sino que deja la puerta abierta a futuras investigaciones. «El Caballero» sigue siendo una amenaza, y la sociedad secreta que lo respalda continúa operando en las sombras. El cierre del caso de Cristina Tarazona, aunque crucial para el desarrollo del personaje de Juan Ollero, no es el final de la historia. Es el preludio de una nueva etapa, donde Juan Ollero y «John Ceramic» se enfrentan a desafíos aún mayores y con la ayuda de Magín, se preparan para defender la ciudad de Madrid de las fuerzas que se esconden en ella. La complejidad de la narrativa reside en la ambigüedad moral de los personajes, el giro inesperado de la trama y la reflexión sobre la naturaleza de la identidad y la memoria.
Opinión Crítica de Stacco: Un Enfoque Original y un Personaje Complejo
«Stacco» es una novela que se distingue por su originalidad. La inclusión del concepto del «yo ficticio» es un elemento innovador en el género de la novela negra, y la forma en que Oller lo incorpora a la trama es lo que hace que la novela sea tan atractiva. No es solo una historia de detectives, sino una profunda reflexión sobre la identidad, la memoria y la capacidad de reinventarse. La relación entre Juan Ollero y «John Ceramic» es, en sí misma, un tema de exploración, cuestionando las fronteras entre la realidad y la ficción, la identidad y la proyección. La novela desafía al lector a cuestionar sus propias percepciones y a considerar la posibilidad de que nuestra identidad no sea tan sólida como creemos.
La prosa de Eduardo Oller es fluida y descriptiva, creando una atmósfera oscura y envolvente que es típica del género. Sin embargo, Oller no se limita a seguir los clichés del género. Emplea un lenguaje rico y evocador, con descripciones detalladas de los escenarios y personajes, pero también con diálogos ágiles y realistas. La construcción del personaje de Juan Ollero es un punto fuerte de la novela. Oller ha creado un protagonista complejo y vulnerable, con una historia personal trágica y una profunda inseguridad. La evolución de Juan Ollero a lo largo de la novela es uno de los aspectos más gratificantes de la lectura, y el lector se siente conectado con él desde el principio. Además, la relación entre Juan Ollero y Magín es un bonito sub-tema que ayuda a mantener la tensión.
Recomendaciones: «Stacco» es una lectura altamente recomendable para los amantes del género de la novela negra y para aquellos que buscan una historia con un enfoque original y una reflexión profunda sobre la naturaleza humana. Si buscas una novela que te haga pensar, que te mantenga en tensión y que te ofrezca un personaje complejo y memorable, “Stacco” es una excelente opción. El libro es un buen ejemplo de la capacidad de Oller para combinar el suspense con la reflexión filosófica. Se lee de una sentada, y es un buen punto de partida para ellector que quiera explorar el universo de Juan Ollero.
«Stacco» es una novela que merece ser leída y apreciada por su originalidad, su complejidad y su narrativa convincente.


