«Simplemente, amaba Nueva York.
Y no lo digo a la ligera, estaba literalmente enamorada de la ciudad, como cuando te enamoras de la primera persona que te toca, y no vuelves a enamorarte de la misma forma» – Joan Didion la habitación de resort liliputiense donde los marineros han dejado sitio a los viajeros solitarios, un cine que rinde homenaje al glamur hollywoodiense, un farmacéutico del siglo XXI que cura el catarro (o la resaca) con una tónica, un sitio en donde tomarte un New york admirando obras de Warhol y de Basquiat, un mercado que muestra la verdadera cara del lesser East area, una hamburguesa lujosa y una hamburguesa underground, una pizzería que le ha devuelto la vida a un barrio, un balneario al que se puede llegar en metro…