El viernes 12 de febrero comienza como cualquier otro para Samantha “Sam” Kingston, una de las chicas más populares del instituto, conocida por su belleza, su inteligencia y su relación aparentemente perfecta con el novio, Jason. Sam es una chica superficial, enfocada en su apariencia, en sus fiestas y en el halago de los demás. Sin embargo, esa noche, un trágico accidente la deja sin vida, aparentemente sin dejar rastro. Lo inesperado es que Sam se encuentra reviviendo la misma noche una y otra vez, despertando repetidamente el viernes 12 de febrero, y con una hora de memoria de lo que ha sucedido en el ciclo anterior. Al principio, la experiencia se siente como una pesadilla, pero pronto se da cuenta de que puede alterar los eventos, tomar decisiones diferentes y, en definitiva, cambiar su destino.
La clave de la historia radica en que Sam solo tiene siete «intentos» para evitar su muerte. Cada despertar la coloca de nuevo en el mismo punto de la noche, con el mismo conocimiento del evento que le arrebató la vida. Inicialmente, Sam utiliza este poder para corregir pequeños errores y tomar decisiones más sabias, como evitar el accidente que la involucra. Pero a medida que los ciclos se repiten, Sam comienza a experimentar con las consecuencias de sus acciones, dándose cuenta de que incluso las acciones más insignificantes pueden tener un impacto desproporcionado en el curso de su vida y en la vida de las personas que la rodean. Empieza a jugar con el amor, intentando manipular las relaciones con Jason, con su mejor amiga, Erica, y con otros chicos del instituto, con el objetivo de garantizar su supervivencia.
A medida que Sam experimenta con el tiempo, se enfrenta a dilemas morales complejos. ¿Debería utilizar su poder para salvar a otros, incluso si eso significaba poner en riesgo su propia vida? ¿Cómo puede confiar en sus propios recuerdos, sabiendo que cada ciclo comienza con un borrón de memoria? La novela explora temas como la responsabilidad, la vulnerabilidad y el impacto del amor en nuestras decisiones. Sam se da cuenta de que el simple hecho de saber que su vida está en juego, no cambia la realidad. No importa cuántas veces intente, la muerte es inevitable, pero la forma en que elige vivir esa última hora, la hace, en cierto modo, más significativa.
La estrategia inicial de Sam se basa en la predicción. Con cada ciclo, intenta anticipar el accidente, evitando las acciones que lo desencadenan. Sin embargo, se da cuenta rápidamente de que la naturaleza del accidente es caótica y que el tiempo, en cierto sentido, está en contra de ella. A pesar de sus esfuerzos para controlar la situación, el accidente se repite, y Sam se ve atrapada en un bucle temporal que parece no tener fin. El lector se pregunta si Sam puede realmente escapar del destino, o si está destinada a vivir y morir repetidamente en el mismo viernes 12 de febrero.
A medida que la novela avanza, Sam comienza a realizar actos más arriesgados, buscando desafiar las leyes del tiempo y del destino. Se involucra en situaciones peligrosas, busca ayudar a otros y se debate entre la auto-preservación y la ayuda a otros. Descubre que la verdadera naturaleza del accidente no es simplemente un evento físico, sino también una consecuencia de sus propias decisiones y de sus acciones previas. A través de sus múltiples iteraciones, Sam se enfrenta a sus propias inseguridades, arrepentimientos y deseos, y se da cuenta de que la verdadera clave para romper el ciclo temporal no es predecir el futuro, sino vivir el presente con autenticidad. Empieza a cuestionar su percepción de la felicidad y la satisfacción, y se da cuenta de que la superficialidad de su vida anterior no le ha traído la felicidad que esperaba.
El bucle temporal no solo es una herramienta para cambiar su destino, sino también un espejo que refleja la vida de Sam, exponiendo sus defectos y sus contradicciones. A medida que se acerca al «sépimo» intento, Sam aprende a apreciar el valor de las conexiones humanas y la importancia de vivir el presente. Comienza a ver a las personas que la rodean como individuos complejos, con sus propias motivaciones y secretos. Descubre que el amor, en su forma más pura, no se trata de controlar a los demás, sino de aceptarlos y amarlos por quienes son. El final de la novela es agridulce: Sam logra romper el ciclo temporal, no porque haya logrado el objetivo que buscaba, sino porque ha aprendido a vivir una vida más significativa y auténtica.
Opinión Crítica de Si No Despierto: Una Reflexión Sobre la Vida y el Amor
«Si No Despierto» es una novela impactante y bien escrita, que plantea preguntas profundas sobre la naturaleza del tiempo, el destino y el libre albedrío. Lauren Oliver ha creado una historia absorbente que mantiene al lector enganchado desde la primera página. La novela es, sobre todo, una reflexión sobre el valor de las relaciones humanas, la importancia de vivir el presente y la necesidad de aceptar las consecuencias de nuestras acciones.
La estructura narrativa, con el bucle temporal como elemento central, es ingeniosa y efectiva. La idea de que Sam tiene la oportunidad de experimentar la vida una y otra vez le permite explorar una amplia gama de situaciones y personajes, lo que hace que la novela sea especialmente atractiva para los jóvenes lectores. Sin embargo, «Si No Despierto» no es solo una historia juvenil; es una novela que puede ser disfrutada por lectores de todas las edades. La novela nos recuerda que el tiempo es un recurso precioso y que debemos aprovechar cada momento para vivir la vida al máximo. Además, la novela destaca la importancia de la empatía y la compasión, recordándonos que debemos tratar a los demás con respeto y amabilidad, ya que nunca sabemos qué desafíos enfrentan. La novela tiene una fuerte crítica a la superficialidad y la vanidad, y nos anima a buscar la felicidad en las cosas sencillas de la vida.
Sin embargo, la novela también podría considerarse, a veces, un poco repetitiva en su estructura. La constante reiteración del mismo día puede llegar a ser un tanto cansada para el lector. No obstante, esto es compensado por la profundidad de los personajes y por la complejidad de los temas que se plantean. “Si No Despierto” es una lectura altamente recomendable, especialmente para aquellos que buscan una novela que les haga reflexionar sobre la vida y el amor. La adaptación cinematográfica, como se menciona, promete seguir ampliando el alcance de la historia y del talento de Lauren Oliver. Es una historia que perdura en la mente del lector mucho después de haber terminado de leerla, y que nos invita a vivir cada día como si fuera el último.


