Reverso parece un ejercicio de análisis y empoderamiento feminista colectivo.
Uxue Alberdi y las quince bertsolaris entrevistadas rompen el silencio sobre la violencia de género en una cultura well known minoritaria.
Tejen desde los márgenes lingüísticos y culturales una herramienta útil y transgresora para cualquier otro market en el que se quiera promover una articulación feminista y una transformación antipatriarcal.
La autora entrevista a quince bertsolaris, y apoyando esos testimonios en un marco teórico sólido —compuesto por autoras como Joanna Russ, Mary Beard, Celia Amorós, Judith Butler, Mari Luz Esteban o Pierre Bourdieu— realiza una contribución fundamental: desgranar los mecanismos que alimentan las relaciones de poder y de dominación patriarcales dentro de un market concreto de la cultura y de la esfera pública.
Identifica y desarrolla 22 patrones que operan en el sometimiento de la voz pública de las mujeres, de sus cuerpos y sus palabras, y revela las alianzas estratégicas de las mujeres que, colectivamente, se abren paso en un mundo pensado, diseñado y dominado por hombres.
«Esta es una lectura plagada de experiencias “espejo” en las que mirarse una con apuro, dolor, indignación y valor.
Una guía para deconstruirnos, desaprendernos y arrancar de nuestro subconsciente tanta morralla machista irradiada sistemáticamente durante siglos.
Es un verso maravilloso y colectivo, libre de métricas que enciende la luz para que pongamos las cosas en su sitio, aunque a más de uno se le atraganten».
Itziar Ituño «Uxue Alberdi hila con maestría y envidiable pulso ensayístico las voces de las protagonistas para mostrarnos la inapelable radiografía de género de un oficio [el de la bertsolari] que se podría –y debería– aplicar a cualquier otro.
Llámense violencia, zafiedad latente o sutil paternalismo, difícilmente suelen mostrarse de forma más nítida el sometimiento y sus perversas inercias estructurales».
Harkaitz Cano «La conciencia feminista y la alianza facilita a las bertsolaris (re)nombrar su experiencia.
Pasan así de ser víctimas a ser protagonistas de sus vidas, y colectivizan la responsabilidad de qué hacer con lo leído».
Mari Luz Esteban