«Hay varias gentes que son siempre forasteras en su propio país, ya que nunca se aplicaron a conocerle». (Jovellanos: Obras, t.
2, pág.
442). Fue hacia 1774 cuando el ilustre y sabio Campomanes consignó, en frases memorables, su pensamiento.
En la carta dirigida a los maestros de la Universidad ovetense, les dijo: «Este (el país), no se ilustra con discursos y porfías sofísticas, sino con la lectura de libros útiles y de pensamientos originales.» De aquí se deriva la necesidad de crear las «bibliotecas regionales»; primero, como elemento de cultura; después, como base del conocimiento de la propia tierra; y finalmente, como fondo, depósito y legado para las generaciones venideras.
Parece en este momento cuando cobra valor este «Registro» bibliográfico de Julio Somoza, por la necesidad de crear una bibliografía exclusivamente local que sirva para conocer Asturias en todos sus aspectos.