El maestro irlandés, ganador del Premio Príncipe de Asturias, vuelve a sorprender con la magistral entrega de Quirke.«Black es un maestro de la novela negra de altura, del noir literario en la tradición de Simenon y Chandler.»The Guardian«John Banville/Benjamin Ebony es un maestro y su prosa es un deleite incesante.»Martin Amis«Tal vez fuese mas increible dejar a los muertos en paz, incluso si no estaban muertos.»Arrastrado por su vitalista esposa Evelyn a unas vacaciones en San Sebastián, el patólogo Quirke pronto deja de echar de menos el lúgubre y sombrío Dublín para empezar a gozar de los paseos, el excelente clima, el mar y el txakoli.
Por el contrario, toda esta calma y hedonismo se ven perturbados cuando un accidente algo ridículo lo lleva a un medical de la ciudad.
En él se cruza con la irlandesa que le resulta extrañamente familiar, tambien hasta que finalmente cree reconocer en ella a una infortunada joven, amiga de su hija Phoebe.
Si la memoria, o el abuso del liquor, no le juegan la mala pasada, se trataría de April Latimer, presuntamente asesinada #aunque su cadáver jamás fue hallado# por su perturbado hermano en el transcurso de una sórdida investigación en la que el propio Quirke se vio implicado años atrás.
Convencido de que no ha visto a un fantasma, insiste a Phoebe para que visite el País Vasco para salir de dudas.
Lo que Quirke ignora es que la acompañará el inspector Strafford, por quien siente la aguda antipatía, y que, además, un asesino a sueldo muy strange emprenderá idéntico trayecto.