“Olvidar la Sexta Flota” se estructura en torno a un concepto central: la “Sexta Flota”, un nombre que se presenta de forma ambigua y que evoca imágenes de buques de guerra perdidos, exploraciones olvidadas y, en última instancia, la búsqueda de lo perdido. El libro está compuesto por una gran variedad de textos, desde relatos breves de una o dos páginas hasta reflexiones más extensas y elaboradas. Estos textos, aunque aparentemente desconectados, comparten un hilo conductor: la exploración de la memoria, la identidad y la búsqueda de sentido en un mundo que a menudo parece caótico y absurdo.
El libro puede ser descrito, con cierta precisión, como un ensamble de relatos surrealistas y cotidianos. A menudo, los textos presentan elementos absurdos, sueños, fantasías y situaciones que desafían la lógica convencional. Hay pasajes que recuerdan al dadaísmo, con juegos de palabras, dobles sentidos y una negación deliberada de la narración lineal. Sin embargo, también encontramos episodios más clásicos, basados en la observación de la realidad cotidiana, o incluso “mini ensayos” que abordan temas filosóficos y existenciales con un estilo directo y sin concesiones. Estos cambios de tono y estilo son deliberados y contribuyen a la complejidad y el carácter inusual de la obra.
Entre los temas recurrentes se encuentran la memoria y el olvido, explorados a través de la narración de recuerdos fragmentados, sueños premonitorios y la búsqueda de objetos perdidos. También se abordan la identidad, la desorientación y la sensación de estar atrapado en un mundo que no comprende. Hay referencias a lugares exóticos y a personajes marginados, y una constante preocupación por la relación del individuo con el colectivo y con el entorno. El libro juega con la ambigüedad y la ironía, utilizando el humor y la absurdo para cuestionar las convenciones y provocar al lector. Del Corral utiliza un lenguaje preciso y evocador, que contribuye a la atmósfera onírica y a la sensación de extrañeza que caracteriza a la obra.
La estructura del libro, lejos de ser una novela tradicional, se asemeja a un archivo personal, un registro desordenado de ideas, reflexiones y observaciones. Cada texto, por pequeño que sea, está impregnado de una atmósfera particular, y a menudo presenta múltiples interpretaciones posibles. Esta multiplicidad de interpretaciones es una característica clave del libro, y es lo que hace que sea tan desafiante y recompensador. Del Corral, aparentemente, no busca transmitir un mensaje específico, sino más bien ofrecer al lector un espacio para la libre asociación y la reflexión personal.
El libro se puede entender como una metáfora de la condición humana: la lucha constante por encontrar sentido en un mundo complejo y a menudo ilógico. Los personajes, a menudo extraños y marginados, representan diferentes facetas de la experiencia humana. Se encuentran figuras solitaria, artistas, científicos, individuos obsesionados por la búsqueda de lo perdido. Del Corral, a través de estos personajes y de sus historias, nos invita a cuestionar nuestras propias percepciones y a reflexionar sobre la naturaleza de la realidad. La obra también explora la relación entre el pasado y el presente, sugiriendo que los recuerdos y las experiencias del pasado tienen un impacto profundo en el presente.
Además de los relatos surrealistas y los “mini ensayos”, el libro incluye una serie de fragmentos más cotidianos, como descripciones de lugares, conversaciones y observaciones sobre la vida diaria. Estos fragmentos, a pesar de su aparente simplicidad, a menudo contienen pistas y sugerencias que enriquece la interpretación de los textos más complejos. Del Corral, con un estilo directo y sin adornos, nos permite acceder a la realidad con una mirada fresca y sin prejuicios. Este enfoque realista, combinado con la fantasía y el surrealismo, crea un efecto de yuxtaposición que obliga al lector a cuestionar su propia percepción de la realidad.
Opinión Crítica de Olvidar La Sexta Flota
“Olvidar la Sexta Flota” es, sin duda, una obra difícil, pero también una obra de una belleza y una profundidad sorprendentes. No es una lectura fácil, ni tampoco pretende serlo. Es un libro que exige paciencia, atención y una mente abierta. Sin embargo, a aquellos que estén dispuestos a invertir el tiempo y el esfuerzo, la recompensa puede ser considerable. Del Corral ha creado una obra que desafía las convenciones del relato corto y que invita a la reflexión sobre la naturaleza de la realidad, la memoria y la identidad. La falta de una estructura lineal y la multiplicidad de interpretaciones pueden resultar frustrantes para algunos lectores, pero también son lo que hacen que la obra sea tan única y memorable.
En mi opinión, el libro se gana su reconocimiento por su audacia, su originalidad y su capacidad para evocar imágenes y emociones poderosas. El estilo de Del Corral es preciso, evocador y a menudo inquietante. Utiliza el humor y el absurdo para cuestionar las convenciones y provocar al lector, pero también utiliza la belleza y la poesía para crear imágenes que permanecen en la memoria. Si bien algunos de los textos pueden parecer extraños o desconcertantes, todos ellos contribuyen a la atmósfera general de extrañeza y misterio que caracteriza a la obra. Se le recomiendo, sobre todo, a los lectores que busquen una experiencia literaria desafiante y que no teman a la ambigüedad o a la falta de respuestas fáciles.
Recomendaciones: Para aquellos que estén familiarizados con el trabajo de autores como Julio Cortázar, Jorge Luis Borges o Samuel Beckett, “Olvidar la Sexta Flota” les resultará familiar. Para aquellos que buscan una lectura más convencional, quizás esta obra no sea la adecuada. Sin embargo, para aquellos que estén dispuestos a aventurarse en territorios desconocidos, la recompensa puede ser una de las experiencias literarias más profundas y estimulantes de sus vidas. Se recomienda leerlo con una libreta y un bolígrafo, para registrar las ideas que surjan durante la lectura.


