El libro se estructura como una serie de reflexiones y recuerdos íntimos, teñidos de una profunda admiración por Jorge Luis Borges. Zapatero relata cómo su relación con el escritor comenzó en la década de los setenta, en su natal León, una época en la que descubrió la obra de Borges y se sumergió en el universo de sus cuentos y ensayos. Esta fascinación inicial creció con el tiempo, convirtiéndose en una obsesión y en un componente esencial de su identidad como lector y como hombre. La lectura de Borges, para Zapatero, no fue simplemente una actividad de ocio, sino una forma de enriquecer su mente y de expandir su visión del mundo.
El relato se centra especialmente en el periodo posterior al encuentro en 2001, cuando Zapatero tuvo la oportunidad de prologar una edición de «Ficciones» y de conocer personalmente a María Kodama, la esposa de Borges. Este encuentro, que marcó un punto de inflexión en su relación con el escritor, refuerzó aún más su admiración por Borges y su deseo de seguir sus pasos como lector. A partir de la primavera de 2004, el escritor comenzó a dedicar cada día a la presencia de las fotografías de Borges y Bioy junto a la biblioteca, una costumbre que se convirtió en un ritual de respeto y lealtad. Desde la Nochebuena de 2011, Zapatero recupera de forma constante a Borges, considerándolo como su maestro literario y como un guía espiritual.
El libro no está escrito como una narrativa lineal, sino como un diálogo entre el autor y el lector. Zapatero utiliza un estilo confesional, expresando sus emociones, sus dudas y sus reflexiones de manera abierta y sincera. Relata cómo Borges lo influyó en su pensamiento, cómo lo desafió a cuestionar sus propias ideas y cómo lo inspiró a perseguir sus propios sueños. Además, el autor explora la naturaleza de la creatividad y la importancia de la imaginación.
El libro se basa en el sentimiento de lealtad de Zapatero hacia Borges, una lealtad que se expresa a través de un extenso diálogo sobre la vida y la obra del escritor argentino. El autor describe no sólo la evolución de su relación, sino también los factores que lo llevaron a llegar a este punto. Más allá de la mera admiración, hay un profundo respeto por la integridad intelectual de Borges, por su honestidad y su compromiso con la verdad. Zapatero repite constantemente que «No Voy A Traicionar A Borges» es un acto de devoción y confesión al escritor argentino, un testimonio de un vínculo que trasciende la literatura y se convierte en un ejercicio de identidad.
El libro también aborda la naturaleza de la ficción y la importancia de la imaginación. Zapatero argumenta que la ficción no es simplemente una forma de entretenimiento, sino una herramienta fundamental para comprender el mundo que nos rodea. A través de los cuentos de Borges, el autor explora temas como el tiempo, la memoria, la identidad y la muerte. La lectura de Borges lo llevó a cuestionar sus propias ideas, a expandir sus horizontes y a desarrollar su propio estilo de pensamiento. El autor subraya la importancia de la lectura como un acto de liberación y de autodescubrimiento.
El libro está escrito con una honestidad brutal, sin reticencias ni embelesmas. Zapatero no busca exaltar a Borges, sino mostrarlo como un ser humano complejo, con fortalezas y debilidades. Reconoce que Borges fue un autor difícil y exigente, pero también lo considera como su maestro literario y como un modelo a seguir. A través de sus reflexiones, el autor nos invita a apreciar la belleza y la profundidad de la obra de Borges y a valorar el legado que ha dejado para la literatura universal.
Opinión Crítica de No Voy A Traicionar A Borges
«No Voy A Traicionar A Borges» es, sin duda, una lectura conmovedora y profundamente personal. Zapatero nos ofrece una perspectiva única sobre la relación entre un lector y su escritor favorito. El libro está escrito con sinceridad y empatía, y nos hace sentir que estamos participando en un diálogo íntimo con el autor. La estructura narrativa es fluida y convincente, y el estilo de Zapatero es accesible y delicado. Es un testimonio valioso de la importancia de la lectura y del poder transformador de la literatura.
Sin embargo, el libro no está exento de ciertas limitaciones. En ocasiones, la reflexión se convierte en un enredo de adjetivos y es, lo que puede hacer que la lectura sea ligeramente pesada. Además, el libro se centra principalmente en la relación entre Zapatero y Borges, sin profundizar en otros aspectos de la vida del escritor argentino. No obstante, estas limitaciones menores no disminuyen la calidad general del libro. Es una obra recomendada para quienes buscan una lectura profunda y reflexiva sobre la literatura y la identidad.
«No Voy A Traicionar A Borges» es un libro que debe ser leído y que debe ser valorado por su intención, por su sinceridad y por su profunda admiración por Jorge Luis Borges. Es una celebración de la lectura y un testimonio del poder de la imaginación. Se recomienda especialmente a aquellos que buscan un libro que les haga reflexionar sobre su propia vida y sobre la relación entre la literatura y el alma humana.


