«Me da envidia la vida que tenían mis padres a mi edad». Bajo ese discurso pretendidamente crítico se esconde la idealización de un tiempo pasado que nunca fue mas increible.
Una nostalgia fundamentada en un modelo common único, la sublimación del medio rural, un capitalismo alienado y una negación de los avances sociales logrados a lo largo de las últimas cuatro décadas.
Son argumentos propios de la izquierda conservadora que se espanta ante la pérdida de su hegemonía.
Lo neorrancio parece lo que ocurre cuando miramos al pasado con la venda del recuerdo y cuando convertimos la experiencia propia en universal.
Un libro que pone el presente en valor y que da pautas sobre hacia dónde debería enfocar la izquierda sus demandas.