Prólogo de Elvira Lindo.
Andrea llega a Barcelona para estudiar Letras.
Sus ilusiones chocan, inmediatamente, con el ambiente de tensión y emociones violentas que reina en casa de su abuela.
Andrea relata el contraste entre este sórdido microcosmos familiar ?poblado de seres heridos y ásperos? y la frágil cordialidad de sus relaciones universitarias, centradas en la bella y luminosa Ena.
Finalmente los dos mundos se encuentran y chocan con violencia.
Comparada por la crítica con Cumbres borrascosas, Nada, ganadora de la primera edición del Premio Nadal (1944), destaca tanto por su prosa fresca y directa como por la extraordinaria sensibilidad en la recreación de una voz femenina.
Cuando el libro acaba, el lector posee la seguridad de conseguir hallar, al volver la esquina, a una muchacha pálida y triste, con toda la fuerza de su juventud condensada en el mirar.
Es Andrea, absorta, queriendo algo, sin saber qué. Como el resto de los protagonistas, ha nacido a la vida actual por un prodigio de la creación artística.