No es fácil encontrar poemas alegres para las madres adoptivas, que puedan ser declamados por sus niños.
Estos poemas son sencillos aunque no banales.
Son fruto de la reflexión y de la experiencia de muchas mamás y sus niños que cuentan sus miedos, ansias, malestares y también, y especialmente, su felicidad de vivir una vida llena de amor.
Varias veces la sociedad marca a las mamás adoptivas como de segunda división, «hijas de un dios menor».
Las madres adoptivas son madres de verdad.
La adopción es una respuesta de amor a la vida y hay que celebrarla.