Metrópolis de Fritz Lang es uno de los flicks más importantes de la historia del cine y el primer largometraje considerado Memoria del universo por la UNESCO. En la novela gráfica, Christian Montenegro realiza hincapié en los contrastes cromáticos para reeditar el choque de dos mundos: la élite de ricos que dirige desde luminosos rascacielos y las sombras del inframundo en que los trabajadores extenúan sus fuerzas en jornadas infinitas.
Montenegro juega con líneas duras y técnica digital para recrear la esencia maquinal y los trazos de ese laberinto urbano donde el gran ausente es el amor.
El epílogo de Fernando Martín Peña, director de la sección de cine del Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, da cuenta de la significant exhumación al tiempo que recorre los detalles históricos de la obra infinita.