La trama de «Mentira» se centra en la familia de Santiago, un antropólogo que desaparece en Guatemala mientras realiza una investigación sobre los mayas. Su desaparición, inicialmente considerada como un accidente, se convierte en un punto de partida para una serie de confusiones que afectarán profundamente a sus hijos, Leo y Lucía. Mientras la policía y los familiares preparan la repatriación de las cenizas de Santiago, creyendo que su muerte es definitiva, los niños comienzan a desenterrar recuerdos, historias y testimonios que contradicen la versión oficial.
La novela narra las vicisitudes de la familia barcelonesa a partir del momento en que la madre es dada por muerta, y se caracteriza por una estructura narrativa intrincada y fragmentada. La investigación antropológica de Santiago, que aparentemente está relacionada con la desaparición, se revela como una red de secretos y mentiras que involucran a personas cercanas a la familia. A medida que Leo y Lucía, a través de sus investigaciones personales, reconstruyen el pasado, descubren una serie de personajes ambiguos y problemáticos: un antiguo profesor de Santiago, un vecino con un oscuro secreto, una mujer misteriosa con la que su padre mantuvo una relación, y una comunidad de artistas y bohemios que rodean a la familia.
La tensión narrativa se intensifica con la aparición de múltiples relatos, algunos de ellos absurdos y de dudosa veracidad, que van desmantelando la imagen que la familia tiene de Santiago y de su propia historia. Estos fragmentos, que a menudo parecen delirios o invenciones, se insertan de forma estratégica en el texto, generando un efecto de desorientación y haciéndonos cuestionar la fiabilidad de la narración. La novela juega constantemente con la ambigüedad y la incertidumbre, obligándonos a interpretar los hechos a la luz de la propia confusión.
La investigación de Leo y Lucía no se limita a reconstruir la desaparición de su padre; también se centra en desentrañar los secretos de su infancia y en comprender la compleja relación que mantenía con su padre. A través de conversaciones con amigos de la infancia, documentos encontrados y testimonios contradictorios, los niños descubren que Santiago era un hombre con una vida personal mucho más complicada de la que habían imaginado. La novela sugiere que la desaparición del antropólogo podría estar relacionada con sus investigaciones, pero también con sus propias obsesiones y su incapacidad para controlar sus impulsos.
La estructura narrativa de «Mentira» es innovadora y ambiciosa. De Heriz utiliza una técnica de flashback y flashforward para entrelazar diferentes periodos de tiempo y para presentar la historia desde diferentes perspectivas. A medida que avanza la narración, la confusión se intensifica, y la línea entre la realidad y la ficción se desdibuja cada vez más. La novela se asemeja a un juego de detectives en el que el lector, junto con los propios hijos de Santiago, debe reunir las pistas y tratar de encontrar la verdad.
El papel de los personajes secundarios es crucial para el desarrollo de la trama. Cada uno de ellos representa una faceta diferente de la personalidad de Santiago y de la complejidad de las relaciones familiares. A través de estos personajes, De Heriz explora temas como el poder, la ambición, la traición, el amor, la muerte y la memoria. La novela también ofrece una reflexión sobre el papel del arte y la creatividad en la vida humana.
Opinión Crítica de Mentira: Un Exquisito Laberinto Narrativo
«Mentira» es, sin duda, una de las obras más ambiciosas y originales de Enrique De Heriz. La novela destaca por su estructura narrativa compleja, su prosa elegante y su capacidad para generar un efecto de suspense constante. De Heriz ha logrado crear un universo literario inquietante y misterioso, que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la verdad, la memoria y la identidad. La novela se lee de una manera que requiere atención y que es gratificante cuando se llega a comprender las sutilezas de la trama.
La novela es un ejercicio de brillantez narrativa, pero también plantea algunos desafíos al lector. La estructura fragmentada y la multiplicidad de perspectivas pueden resultar confusas, especialmente al principio. Sin embargo, cuanto más avanza el lector, más se siente atraído por la intriga y más se aprecia la maestría de De Heriz al construir este laberinto narrativo. La novela es, en definitiva, una obra que recompensa la paciencia y la reflexión.
A pesar de su complejidad, «Mentira» no es una obra inaccesible. De Heriz utiliza un lenguaje claro y directo, y evita el uso de tecnicismos que podrían dificultar la comprensión. La novela es una lectura muy recomendable para aquellos que disfrutan de las novelas de suspense y de intriga, pero también para aquellos que se interesan por las cuestiones filosóficas y literarias. La novela se podría recomendar a lectores que hayan disfrutado de las obras de Julian Barnes, Roberto Bolaño o William Faulkner.
