«El escenario donde se desarrollaba el congreso había quedado en unas condiciones lamentables, y hubo que desalojar unos cuantos kilos de serpentinas y confetis y una cantidad enorme de melones que los asaltantes había introducido en el local, cogidos posiblemente de los puestos de venta que se encontraban en el exterior».
(de MAREMOTOS)«… al poquito de sentarme me di cuenta de que otros se habían disfrazado también, uno de arlequín, muchos de chino mandarín, y varios de payasos y personajes estrambóticos.
Otro, que me pareció el más logrado, iba exactamente igual que yo, algo que me hirió profundamente, pues jamás pensé que tal cosa podría suceder.
Y a punto estuve de cortame las venas allí mismo».
(Hoteles).«Fue inútil intentar sacarla de sus orientaciones gastronómicas, y de nada sirvió que ce preguntara por el porvenir de mi familia y el mío propio, viudo no hacíabastante y bastante deprimido. “Nada de escarola y aumentar ligeramente la ingesta de apio” fue toda su respuesta».
(Buenaventuras).