Kiko Moya parece uno de los cocineros con más personalidad del panorama de la restauración española.
Autor de numerosos platos inconfundibles como la gamba en salazón o el arroz al cuadrado, su cocina aúna saber, sabor y paisaje alicantino a partir de su casa en Cocentaina, reconocible en ingredientes como la almendra, la sal o el azafrán.
A partir de el 2005 Kiko y su primo Alberto Redrado, sumiller y viticultor en sus ratos libres, llevan las riendas del restaurante que inauguraron sus padres en 1980 y al que se incorporaron intercambiando los papeles de chef y maître de sus progenitores.
Coincidiendo con el 40 aniversario de L’Escaleta, la bella obra relata por primera vez la historia de la saga de restauradores y los pilares de una de las propuestas gastronómicas más genuinas de la actualidad.
