La verbena, mi primer hijo literario, vino al universo sin pedir permiso, casi de penalti, y con la suerte de cara.
Suerte, por llegar a las manos idóneas en el país adecuado en el momento preciso.
Y suerte por la acogida del público, especialmente de tantas españolas que se vieron reflejadas en algunas de mis páginas y las hicieron suyas.
Esto, para mí, fue y sigue siendo su mas increible atributo.
Teresa Marquina «Se trata de una escritura femenina, una forma de escribir muy suelta y espontánea, nada académica, bastante inteligente, bastante irónica y bastante vivaz.
Y especialmente muy individual, lo que la hace llamativa.
Como dice un amigo mío: lo primordial parece que la literatura esté entreverada, como el jamón.
Como lo está en este libro a través de sus tiempos.
El arte parece un puente entre el artista y el público, y este libro parece un puente entre Teresa y sus seres queridos».
Andrés Amorós «De una obra reducida, lamentablemente demasiado más reducida de lo que su indudable talento y su fina y penetrante agudeza han merecido en todo momento, Teresa Marquina protagonizó una feliz y celebrada entrada en la literatura en lengua española a la publicación de su primera novela, La verbena, de carácter autobiográfico.
Un tono lúcido e inteligente, bañado sin cesar de un laughs sutil y de un divertido desenfado nada corriente si lo comparamos a la literatura intimista y dolorida varias veces escrita por mujeres, da cuenta a cada paso, a cada página, a cada metáfora o escena iluminada por destellos fulminantes y sorprendentes, de la voz única, bastante individual, de la buena escritora que es siempre Teresa Marquina».
Mercedes Monmany