, asociando sensaciones y colores que refuerzan el carácter onírico y a menudo inquietante de la obra.
La relación entre Gaspar y Rafaelín se convierte en el eje central de la novela, y se transforma en un intento de redención y de encontrar un propósito en la vida. Sin embargo, la sombra del pasado siempre está presente, y los fantasmas de un amor perdido y de un acto de violencia, sobre el que la narradora mantiene un cierto silencio, amenazan con destruir la nueva felicidad de Gaspar. La presencia de
. La novela destaca, además, por el uso magistral de la simbolismo, con elementos como la Sirena Negra, las rocas costeras y las tormentas marinas, que evocan la fatalidad, el misterio y el destino. Se recomienda especialmente a lectores que aprecien las novelas de realismo psicológico, la literatura que explora las profundidades de la mente humana y que no temen enfrentarse a temas oscuros y complejos. La obra de Bazán, al igual que otras obras naturalistas, nos ofrece una visión crítica de las costumbres y las tensiones sociales de la época.


