La historia se centra en Luis Torrón, un joven de clase media madrileño, que regresa a la capital tras pasar unos años en Filipinas, acompañando a su padre, un oficial de la expedición militar que intentaba establecer el dominio español en la isla. La llegada de la familia Torrón a Madrid, tras la desastrosa derrota y el desahuciado regreso de la tropa, se produce en un contexto de profunda inestabilidad social y política. El país está afectado por el desempleo, la inflación y la creciente desconfianza hacia las autoridades. La reciente pérdida de las colonias, que se consideraban vitales para la economía española, ha generado un sentimiento de humillación y desesperanza. El regreso de Luis, marcado por la desilusión y la pérdida de expectativas, lo coloca en un momento crucial de su vida, donde deberá definir su futuro y su lugar en un país que parece estar en un punto de inflexión.
La vida de Luis se entrelaza con la de Isabel Arrieta, la mayor de la familia que regresa con ellos. Isabel es una joven inteligente y de espíritu independiente, que se enfrenta a las convenciones sociales y a las expectativas de su familia. La relación entre Luis e Isabel se desarrolla de manera gradual y con un fuerte componente romántico, en un ambiente marcado por la incertidumbre y la desesperación. Sin embargo, su romance se ve complicado por las diferencias sociales y las presiones familiares. Además, la trama se complica con la confluencia de eventos relacionados con las «reparticiones de África» que se estaban llevando a cabo, manipuladas por las élites, y las consecuencias de la guerra del Rif, que se extiende por el norte de África y tiene un impacto directo en las relaciones políticas y económicas de España. El coronel Torrón, padre de Luis, es un personaje complejo y atormentado, profundamente afectado por la pérdida de su prestigio y su fracaso como militar. Su figura sirve como un espejo de la desilusión de una generación, atrapada entre el sueño de gloria y la dura realidad.
La novela también aborda la situación de las hermanas Arrieta, quienes se ven inmersas en un drama familiar con sus propias implicaciones. La ambición de Isabel y sus hermanas en un mundo en constante cambio, y su relación con la clase alta, añade una capa de complejidad a la trama. Además, el autor emplea el entorno de Centroeuropa, como escenario de la diplomacia y las intrigas políticas, para ilustrar la influencia de las grandes potencias europeas en el destino de España, y la manera en que estas se involucran en las guerras y conflictos africanos.
El relato se desarrolla principalmente en Madrid, pero también incluye escenas en Centroeuropa y, en menor medida, en los territorios de la zona de influencia española en África. Luis, en su búsqueda de propósito y estabilidad, se encuentra involucrado en diversas situaciones, que incluyen la investigación de un asunto de corrupción en el mundo del arte y los negocios, y la protección de Isabel contra una situación de peligro. La novela destaca por su detallado retrato de la vida cotidiana en Madrid a principios del siglo XX, con sus problemas sociales, económicos y políticos. Portillo muestra con precisión la atmósfera de una ciudad en transición, donde el viejo orden se está derrumbando y las nuevas ideas están luchando por hacerse valer.
A medida que avanza la trama, Luis se ve envuelto en una red de secretos y mentiras, que lo llevan a descubrir una trama de corrupción que involucra a importantes figuras de la sociedad madrileña. Este descubrimiento pone en peligro su vida y la de Isabel, y lo obliga a tomar partido en un conflicto que amenaza con desestabilizar aún más el país. La trama se complica aún más cuando se revela que el coronel Torrón está involucrado en una deudas que pone en riesgo su prestigio y su futuro. La novela presenta, además, un personaje secundario crucial: Don Anselmo, un periodista amigo del coronel Torrón, que ayuda a Luis en su investigación. Don Anselmo representa la voz de la razón y la honestidad en un mundo lleno de corrupción y engaño.
La novela es también un estudio sobre las relaciones familiares. La tensión entre el coronel Torrón, el padre de Luis, y su hijo, representa un conflicto generacional, donde el viejo militar, aferrado a sus convicciones y a su honor, se opone a los deseos y aspiraciones de su hijo, que busca encontrar su propio camino en un mundo que ha cambiado radicalmente. La complejidad de las relaciones familiares y el drama personal de los personajes se entrelazan con la trama política y social, creando una obra de gran intensidad emocional. El autor utiliza con maestría el recurso de la intriga, para mantener al lector en vilo y sumergirlo en la atmósfera de suspense.
Opinión Crítica de La Saga Del Coronel Luis Torrón I
«La Saga Del Coronel Luis Torrón I» es una novela de historia y aventura, pero que va mucho más allá de una simple narración de hechos. Joaquín Portillo, con su prosa elegante y detallada, logra crear una obra de gran calidad literaria, que nos transporta a una época crucial de la historia de España. La novela es un ejemplo de rigor histórico, con una gran atención al detalle y a la documentación. Portillo se basa en fuentes históricas para recrear con fidelidad la sociedad y la política de España a principios del siglo XX. Además, el autor logra abordar temas relevantes y actuales, como la corrupción, el poder, la desigualdad social y la relación entre el individuo y el Estado.
La novela destaca, además, por su personajes bien construidos, con sus virtudes y sus defectos, que nos resultan entrañables y complejos. Luis Torrón es un joven idealista, que se enfrenta a las adversidades con valentía y determinación, mientras que Isabel Arrieta es una joven independiente y audaz, que desafía las convenciones sociales. Los personajes secundarios también están bien desarrollados, y contribuyen a enriquecer la trama. La novela se puede recomendar a lectores interesados en la historia de España, en la novela histórica, y en la literatura de calidad.
Sin embargo, la novela tiene algunas debilidades. El ritmo narrativo a veces resulta un poco lento, y algunas escenas podrían haberse desarrollado con mayor intensidad. Además, algunos de los diálogos podrían ser más naturales y menos artificiosos. No obstante, estas pequeñas fallas no empañan la calidad global de la obra. «La Saga Del Coronel Luis Torrón I» es una novela que merece ser leída, tanto por su valor histórico como por su valor literario. Es una obra que nos invita a reflexionar sobre el pasado de España y sobre los desafíos que enfrentamos en el presente.


