El libro se articula en torno a un proyecto de “reconstrucción de la ofensiva popular, ” que implica un retorno a las tareas fundamentales de la política emancipatoria. Para lograrlo, Selci propone una radicalización de las conclusiones de su obra fundamental, “Teoría de la Militancia, ” buscando no solo comprender las condiciones de posibilidad de la acción política, sino también establecer las bases para una práctica efectiva. No se limita a una simple teoría; busca un «pase a la ofensiva» que impulse a las fuerzas populares a la acción.
La esencia de la propuesta de Selci reside en la integración de una vasta gama de disciplinas y pensadores. No se adhiere a una escuela de pensamiento única, sino que construye un marco teórico interdisciplinario. La lectura de Lacan y Derrida le permite comprender la naturaleza del sujeto político y las estructuras de poder. Lévinas y Althusser aportan herramientas para analizar la ética y la ideología. A lo largo de la obra, se revisan los nombres clave de la filosofía política, desde Hobbes y Rousseau, pasando por Hegel y Schmitt, hasta Lenin, no para simplemente repetir ideas, sino para comprender sus implicaciones en la práctica política.
Además, Selci explora el posfundacionalismo político (Laclau, Mouffe, Badiou, Marchart) pero lo critica y lo contextualiza dentro de una estrategia más amplia. Se hace hincapié en la necesidad de pensar en términos de “comunidad organizada, ” un concepto que se manifiesta tanto en la figura de Perón y Cristina Kirchner, como en la obra de Jean-Luc Nancy y Quentin Meillassoux. Esta última figura, en particular, introduce la idea de la “infraestructura” y el potencial de lo imposible en la acción política, desafiando las nociones tradicionales de estructura y agencia.
Selci argumenta que la lucha por la emancipación no puede limitarse a la defensa de derechos individuales, sino que debe dirigirse a la transformación de las estructuras de poder que generan desigualdad y opresión. La obra se basa en la idea de que el sujeto político no es un individuo autónomo, sino que está siempre situado en relación con otros sujetos y con estructuras de poder. Para alcanzar la transformación, es necesario “desterritorializar” las ideas dominantes y “reterritoralizarlas” desde una perspectiva radical.
La estructura del libro no es una simple exposición de ideas, sino un intento de construir un modelo de praxis política. Selci no solo describe las condiciones para la acción política, sino que propone un método para llevar a cabo esa acción, un método que se basa en la combinación de reflexión teórica y acción práctica. El libro se presenta como una guía para aquellos que buscan construir un movimiento social transformador.
La obra se fundamenta en la idea de la “infraestructura, ” entendida no como un conjunto de instituciones, sino como la red de relaciones sociales que permiten la articulación de la acción colectiva. Esta infraestructura puede ser tanto material, como simbólica, y se construye a través de la acción política. Para fortalecerla, es esencial la creación de “espacios de posibilidad, ” donde las ideas y las prácticas pueden ser debatidas y transformadas.
Selci critica el tecnicismo y el instrumentalismo que a menudo caracterizan la política contemporánea. Argumenta que la política no debe reducirse a una cuestión de optimización de resultados, sino que debe estar guiada por una ética de la transformación social. Para lograrlo, es necesario recuperar la dimensión de la “comunidad, ” entendida como un espacio de solidaridad y cooperación. Esencialmente, Selci busca superar la fragmentación y el individualismo que caracterizan a la sociedad contemporánea.
Para ello, propone un modelo de “militancia” que va más allá del simple compromiso político. Implica un compromiso total con la causa, un compromiso que exige un abandono de las preocupaciones individuales y una identificación completa con los objetivos del movimiento. La obra también enfatiza la importancia de la “creatividad” y la “imaginación” en la acción política, al reconocer que la transformación social requiere la capacidad de concebir alternativas al presente. El libro es un llamado a la acción, y también a la reflexión constante sobre las bases de la propia militancia.
Opinión Crítica de La Organizacion Permanente: Un Desafío para la Actualidad
“La Organizacion Permanente” es, sin duda, una obra ambiciosa y desafiante. Selci presenta un proyecto intelectual de gran envergadura que intenta responder a los problemas de la política contemporánea. La obra es fundamentalmente una invitación a repensar la militancia y a volver a la esencia de la lucha por la emancipación. Sin embargo, la magnitud de la obra y la complejidad de sus argumentos pueden ser intimidantes para algunos lectores.
Una de las mayores fortalezas del libro es su capacidad para integrar diversas disciplinas y pensadores, ofreciendo una comprensión más profunda de la naturaleza de la acción política. La revisión exhaustiva de la historia del pensamiento político, desde Hobbes hasta Meillassoux, proporciona un contexto rico y complejo para entender los desafíos actuales. No obstante, esta misma amplitud puede llevar a la dispersión y a la dificultad de seguir los argumentos. La densidad del texto y la frecuencia de las referencias pueden ser un obstáculo para aquellos que no estén familiarizados con la obra de estos pensadores.
La crítica de Selci al tecnicismo y al instrumentalismo de la política contemporánea es particularmente relevante. En un mundo donde la política a menudo se reduce a la búsqueda de resultados, la obra nos recuerda la importancia de los valores y de las ideas. Sin embargo, la propuesta de Selci puede parecer idealista para algunos. La exigencia de un compromiso total con la causa puede ser difícil de cumplir en la práctica, especialmente en un contexto donde la política a menudo está dominada por intereses particulares. A pesar de esto, la obra nos invita a mantenernos fieles a nuestros principios y a luchar por un mundo más justo y equitativo.


