La trama de “La Danza del Cementerio” se centra en la investigación de una serie de agresiones que sacuden a la alta sociedad neoyorquina. William Smithback, reportero del New York Period, y su esposa Nora Kelly, una arqueóloga que trabaja en la Healthy Record Art Gallery, son víctimas de un ataque brutal en su apartamento. El incidente, meticulosamente planeado, deja a Nora en estado crítico y a William con profundas secuelas físicas y emocionales. La policía, inicialmente, se muestra desconcertada por la falta de pistas y la naturaleza peculiar del ataque, que parece estar conectado con un antiguo ritual vudú.
La clave para desentrañar el misterio reside en una grabación de una cámara de seguridad que capta al agresor. La imagen revela a Arthur Hayes, un vecino de las víctimas que había fallecido hacía unas semanas. La información, a pesar de ser crucial, no conduce a una solución inmediata, ya que los investigadores no encuentran ningún motivo aparente para el ataque. La investigación oficial se estanca, generando frustración y sospechas, especialmente al descubrir que Hayes y Nora Kelly estaban involucrados en una investigación sobre un antiguo cementerio al norte de la isla de Manhattan. Este lugar, prácticamente olvidado por el tiempo, es el centro de actividad de la secta vudú.
La investigación se complica al descubrir que Hayes y Kelly estaban investigando la historia de un cementerio abandonado, conocido localmente como «El Jardín de las Almas Perdidas», situado en un área remota del norte de Manhattan. Esta zona, apartada del bullicio de la ciudad, alberga un cementerio oculto a las miradas, donde un grupo de individuos practica rituales vudú, dirigidos por una figura enigmática llamada Elias Blackwood. Blackwood y sus seguidores, convertidos en presagios de la muerte, son responsables de los ataques, manipulando las víctimas para fortalecer su poder y realizar un antiguo ritual con el que buscan revivir una figura ancestral. La investigación de Smithback, impulsado por su ambición y por su lealtad a Pendergast, lo arrastra a este oscuro submundo, donde la línea entre la realidad y el ritual se vuelve peligrosamente borrosa.
La determinación del Inspector Pendergast de resolver el caso lo lleva a emprender una investigación en paralelo, desafiando a las autoridades y forzando a confrontar la realidad de la secta vudú. Pendergast, con su método intuitivo y supo comprensión de las fuerzas ocultas, se adentra en la zona aislada del norte de Manhattan, siguiendo los rastros de los rituales vudú hasta el cementerio abandonado. Él descubre que la secta, liderada por Blackwood, se dedica a honrar a un antiguo chamán, lo que le permite, para ciertos individuos, rever ser un día en el pasado. La investigación de Pendergast está impulsada por una necesidad de comprender la motivación detrás de los ataques, más allá de la mera violencia.
El cementerio, en sí mismo, es un lugar cargado de historia y de presagios. Los rituales vudú se llevan a cabo bajo la luz de la luna, en un círculo de piedras que evocan antiguas creencias. Pendergast, a pesar de la atmósfera opresiva y de los peligros que representan los seguidores de Blackwood, sigue adelante, utilizando su mente aguda para analizar cada detalle y para desentrañar los secretos del cementerio. Él se da cuenta de que la secta no es una simple organización criminal, sino que se adhiere a un sistema de creencias que los impulsa a cometer actos de violencia en nombre de un poder ancestral. La relación entre Pendergast y Smithback, que ha evolucionado a lo largo de la serie, se pone a prueba, ya que el periodista se ve obligado a cuestionar sus propios prejuicios y a enfrentarse a la oscuridad que se cierne sobre la ciudad.
La tensión aumenta cuando Pendergast descubre que los ataques no son aleatorios, sino que están conectados a un antiguo artefacto: una máscara de jade que se cree que posee poderes sobrenaturales. La máscara, que fue robada del museo de la Healthy Record Art Gallery, es el centro de poder de Blackwood y su grupo, y es la clave para llevar a cabo el ritual que busca traer de vuelta a la figura ancestral. La investigación llega a un clímax en el cementerio, donde Pendergast se enfrenta a Blackwood y a sus seguidores, en una batalla a muerte que pone en riesgo su propia vida.
Opinión Crítica de La Danza del Cementerio (Inspector Pendergast 9)
“La Danza del Cementerio” es, como el resto de la serie, una lectura altamente recomendable para los aficionados al género policial gótico y al suspense. Lincoln Child mantiene el equilibrio perfecto entre la investigación policial, el thriller psicológico y los elementos sobrenaturales, creando una historia que resulta ser a la vez atractiva y profundamente inquietante. La trama se desarrolla con un ritmo incesante, manteniendo al lector en tensión hasta la última página. La novela es un ejemplo perfecto de lo que significa el suspense de alta calidad.
Uno de los puntos fuertes de la serie, y especialmente de este libro, es el personaje del Inspector Pendergast. Aloysius X. L. Pendergast es, indudablemente, uno de esos personajes imposibles de olvidar. Su inteligencia superior, su fría lógica y su actitud despreocupada frente a lo macabro lo convierten en un héroe total, a pesar de su particularidad. Pendergast es un detective muy lejos de las convenciones, y sus métodos son a menudo cuestionables, pero su capacidad para resolver los casos más complejos es innegable. La dinámica entre Pendergast y Smithback es otro elemento fundamental de la serie. La relación entre el detective y el periodista es un reflejo de la complejidad de la sociedad contemporánea, donde la información y el poder a menudo están entrelazados.
El ritmo de la narración es un punto fuerte de la novela. Child, a pesar de desarrollar con detalle los personajes y los escenarios, nunca permite que la historia se ralentice. El lector está constantemente siendo sorprendido por nuevos giros y revelaciones, lo que aumenta la sensación de tensión y suspense. La ambientación, típica de Child, también es un punto a favor: la descripción del cementerio, de la ciudad de Nueva York y de los rituales vudú, es vívida y detallada, creando una atmósfera opresiva y perturbadora.
«La Danza del Cementerio» es una adición sobresaliente a la serie del Inspector Pendergast. Es una lectura recomendable para los fans del género, pero también para aquellos que buscan un thriller bien escrito y lleno de suspense. Como dijo Rodrigo Fresán en su reseña, Pendergast es «un héroe total”, y este libro no decepciona a sus seguidores.
