Idea De Fin En El Derecho Penal, La

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Sinopsis de Idea De Fin En El Derecho Penal, La

El corazón de la argumentación de Liszt se basa en la idea de que la pena debe entenderse siempre como un medio para la protección de bienes jurídicos. Estos bienes, que pueden abarcar desde la vida humana, la integridad física, la libertad, la propiedad, hasta la dignidad y la confianza en las instituciones, son los objetivos que la pena busca defender. La pena, por lo tanto, no es un fin en sí misma, sino un instrumento de prevención, cuyo éxito depende de la capacidad de influir en el delincuente y de prevenir la comisión de nuevos delitos. Liszt distingue entre dos tipos de efectos de prevención: la prevención general y la prevención especial.

La prevención general se manifiesta a través de la imposición de la pena, que actúa como un ejemplo para la sociedad, disuadiendo a otros individuos de cometer delitos. Es decir, la pena, al ser un hecho notorio y sancionado, produce un efecto intimidatorio sobre la población en general, creando una sensación de seguridad y orden. Liszt enfatiza que el establecimiento de los supuestos delictivos y la configuración de las amenazas penales deben basarse, fundamentalmente, en este criterio de prevención general. Esto implica que las leyes penales deben estar diseñadas para proteger los bienes jurídicos más vulnerables y para disuadir el comportamiento delincuente de manera efectiva. La naturaleza de la protección, en términos de bienes jurídicos que se pretenden tutelar, determinará la esencia del Derecho penal; las prescripciones punitivas son, en última instancia, prescripciones secundarias y sancionatorias.

La prevención especial, por otro lado, se dirige directamente al delincuente. Busca su resocialización, su inocuización, es decir, transformar su comportamiento y garantizar que no represente una amenaza para la sociedad. Liszt argumenta que la pena debe ser “eficaz” en este sentido, es decir, debe influir en la conciencia del delincuente y, a través de la intimidación, la resocialización o la inocuización, reducir la probabilidad de que vuelva a cometer delitos. La elección de la forma de prevención especial dependerá de la naturaleza del delito y de las características del delincuente. En algunos casos, la intimidación, mediante la severidad de la pena, puede ser suficiente; en otros, la resocialización, a través de la educación y la formación, puede ser más eficaz. En esencia, la pena debe ser una herramienta para la rehabilitación del delincuente, no solo para su castigo.

La argumentación de Liszt se construye sobre la base de un modelo de eficacia en la aplicación del Derecho Penal. No se trata de aplicar la ley por mero cumplimiento, sino de que la pena, como instrumento de prevención, alcance sus objetivos. Este enfoque requiere una profunda comprensión de la naturaleza del delito, de los bienes jurídicos que se protegen, y de las posibles formas de influencia sobre el delincuente. Liszt rechaza la idea de que el Derecho Penal debe basarse en la simple imposición de la ley, argumentando que esto solo conduciría a resultados ineficaces y, en última instancia, a un aumento de la delincuencia.

Liszt desarrolla un sistema de concepción del Derecho Penal que se puede resumir en los siguientes puntos clave: primero, el Derecho Penal debe estar orientado a un fin, la protección de bienes jurídicos; segundo, debe basarse en criterios de efectividad, es decir, debe ser capaz de influir en el comportamiento del delincuente y de prevenir la comisión de nuevos delitos; y tercero, debe ser flexible, es decir, debe adaptarse a las características del delito y del delincuente. La función del Derecho Penal es, por tanto, la de mantener el orden social y la seguridad jurídica, promoviendo la confianza en las instituciones y garantizando el respeto de los derechos individuales.

El autor insiste en que la clasificación de los delitos y las prescripciones punitivas deben basarse en un análisis riguroso de los bienes jurídicos que se han vulnerado y en las características del delincuente. Esto implica que no todas las conductas deben ser consideradas como delitos, y que la pena debe ser proporcional a la gravedad del delito y a las circunstancias del caso. Liszt también aboga por la expresión de la pena de forma clara y precisa, evitando ambigüedades y contradicciones. Esto, a su vez, facilita la aplicación de la ley y contribuye a la seguridad jurídica. la obra de Liszt representa un llamado a la racionalidad y la objetividad en el diseño de las políticas penales, promoviendo un enfoque más humano y eficaz en la lucha contra el delito.

Opinión Crítica de Idea De Fin En El Derecho Penal, La: Reflexiones sobre un Clásico

«Idea De Fin En El Derecho Penal, La» es una obra seminal que, a pesar de haber sido escrita hace más de un siglo, sigue siendo relevante en el debate sobre la función del Derecho Penal. La concepción finalista de Liszt, que establece que la pena debe estar orientada a la protección de bienes jurídicos, representa un paso importante en la evolución del pensamiento jurídico, alejándose de las concepciones más puramente retributivas. Sin embargo, su obra no está exenta de críticas. Aunque su perspectiva es valiosa, algunos de sus argumentos pueden parecer algo simplistas en la actualidad, especialmente en lo que se refiere a la capacidad de la amenaza punitiva para influir en el comportamiento del delincuente.

Una crítica importante es que la idea de que la pena puede ser «eficaz» en términos de prevención, se basa en una visión determinista del ser humano, asumiendo que el delincuente es un ser pasivo, susceptible de ser influenciado por la amenaza punitiva. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja, y el comportamiento del delincuente está influenciado por una multitud de factores, como la pobreza, la exclusión social, la falta de oportunidades, y la influencia de grupos y redes delictivas. Además, la severidad de la pena no siempre tiene un efecto disuasorio, y en algunos casos puede incluso tener el efecto contrario, alimentando la frustración y la rabia del delincuente.

No obstante, la contribución fundamental de Liszt radica en su insistencia en la necesidad de que el Derecho Penal esté basado en una comprensión profunda de la naturaleza del delito y de los bienes jurídicos que se protegen. Su propuesta de finalidad teleológica ha influenciado profundamente el desarrollo de las teorías del Derecho Penal contemporáneo, y ha promovido un enfoque más racional y objetivo en el diseño de las políticas penales. A pesar de las críticas, es importante leer a Liszt con espíritu crítico, reconociendo sus limitaciones, pero también valorando su aportación al debate sobre la función del Derecho Penal. Recomendamos su lectura como punto de partida para comprender los orígenes del pensamiento jurídico moderno, y para reflexionar sobre los desafíos que plantea la lucha contra el delito en la sociedad actual. Asimismo, el libro sigue siendo útil para comprender las bases de la prevención de la criminalidad.

Resumen de Idea De Fin En El Derecho Penal, La

image/svg+xml Género del libro: Derecho, Derecho procesal. Procedimiento penal

Fue publicado en el año: 2020

Publicado físicamente en: España

Registrado con el ISBN: 9789563928297

Tipo de encuadernación: Tapa Blanda

Numero de paginas: 81

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