Un secreto escondido, lágrimas que ahogan, garganta que olvida pronunciar sentimientos, un corazón maltratado, cosido con amor y destrozándolo por una distancia impuesta.
Nadie es perfecto y a mí escribir me ha servido de cura.
Ahuyentar mis pesadillas, reconocer lo callado y vivir en consecuencia en busca de mi felicidad.
Y si no es ella, al menos la soledad me hará compañía.