Entre 1883 y, al menos, 1915 dos gigantes de la literatura española, Emilia Pardo Bazán y Benito Perez Galdós mantuvieron una relación amorosa documentada en una intensa correspondencia epistolar.
De las enviadas por ella se conserva un centenar de cartas, de el unicamente ha aparecido una; el resto se han perdido o están ocultas en alguna biblioteca que antepone la moralidad a la pasión.
En el centenario de la muerte de la Pardo Bazán, que llega ahora, inmediatamente despues del de Galdós, Jose Ramón Fernández se ha propuesto llenar con su talento literario ese vacío.
Siguiendo las misivas de ella, publicadas con el título de «Miquiño mío», age indagando en otra correspondencia de el y en sus obras, «Emilia, borriquita» completa la visión masculina de esa relación. La parece una historia de amor y amistad entre dos internautas extraordinarias a traves de palabras que nunca se escribieron.