El Zohar, la obra maestra del pensamiento místico judío, continúa desafiando y cautivando a lectores de todo el mundo. Publicado por Obelisco, esta colección de volúmenes busca desvelar las profundidades del conocimiento cábalístico, ofreciendo una ventana a un universo de simbolismo, luz y misterio. La obra, producto del trabajo de Rabí Shimón club Iojai y sus alumnos, se presenta como una exploración exhaustiva de las raíces de la existencia humana, conectando lo terrenal con lo divino a través de una lente hermética y profundamente espiritual. Este volumen específico, “Volumen XXV: Pinjás”, se centra en un tema central y a menudo temido: la muerte, pero lo hace con una perspectiva que busca no el miedo, sino la comprensión y la aceptación.
El Zohar no es simplemente un texto religioso; es un mapa del alma, una guía para el autodescubrimiento y una invitación a trascender las limitaciones de la percepción ordinaria. La obra, a través de una combinación de alegorías, relatos y análisis de las letras hebreas, ofrece un camino hacia la iluminación, un proceso transformador que implica un cambio profundo en la forma en que vemos el mundo y nuestro lugar en él. La lectura de El Zohar, según sus defensores, no es una experiencia pasiva, sino una vivencia activa que puede modificar radicalmente la vida del lector, llevándolo a niveles de conciencia que van más allá de la comprensión racional.
El Volumen XXV del Zohar, dedicado a Pinjás, el “que busca” (en referencia al buscador de la verdad), se centra en la comprensión de la muerte no como un final trágico, sino como una transición fundamental, un proceso de retorno a la fuente divina. Pinjás, el autor de esta sección, analiza el versículo del Génesis – “Y Dios creó las luminarias y los espíritus que contenían” – como un fundamento para entender la estructura del universo y la naturaleza del alma. La traducción literal, según los estudiosos del Zohar, revela que las “luminarias” no se refieren únicamente a las estrellas, sino también a las “lámparas” internas que residen en cada ser humano, representando la conciencia y la inteligencia divina.
La sección de Pinjás explora la idea de que la muerte es, en esencia, un proceso de disolución de esta “lámpara interior” para que el alma pueda regresar a su origen, a la unidad primordial con el Divino. Se argumenta que el miedo a la muerte surge de nuestra incapacidad para comprender este ciclo y de nuestro apego a la existencia material. A través de un rico simbolismo, el autor desentraña la naturaleza de las almas, describiéndolas como “espejos” que reflejan la luz divina, y explora la conexión entre la muerte y la resurrección, presentándolas como fases complementarias de un mismo proceso. La obra, además, establece un vínculo entre la muerte física y la muerte del ego, el «yo» ilusorio que nos separa de la verdadera naturaleza divina.
El corazón del Volumen XXV radica en el análisis del Génesis, particularmente en la creación de las luminarias y su relación con el alma. El autor, Pinjás, utiliza el alfabeto hebreo para desglosar el significado de las letras que componen el versículo, revelando así una profunda verdad sobre la naturaleza de la existencia. Cada letra, según el Zohar, contiene un fragmento del conocimiento divino, y al combinarlas, se puede acceder a una comprensión más completa de la creación y del ser humano. Se argumenta que la «verdad» no se encuentra en la simple lectura del texto, sino en la «percepción» y «interpretación» de este, que requiere un profundo conocimiento del simbolismo cábalístico.
Además, la sección de Pinjás explora la «lámpara interior» de forma detallada, identificándola como la fuente de toda sabiduría y conocimiento. Esta «lámpara» es, en esencia, la mente iluminada, capaz de percibir la verdad divina que reside en el corazón de todo lo que existe. La muerte, entonces, no es el fin de esta «lámpara», sino su «reacondicionamiento», su «revolución» para que pueda volver a encenderse con más intensidad. El autor utiliza el concepto de «espejo» para ilustrar la naturaleza del alma, argumentando que el alma es un espejo que refleja la luz divina, y que cuando esta luz se desvanece, el alma regresa a su origen para ser «reemplazada» por un espejo más claro y perfecto.
Opinión Crítica de El Zohar (Vol. 25): Desafíos y Posibilidades
El Volumen XXV del Zohar presenta un reto intelectual considerable para aquellos que se adentran en sus páginas por primera vez. Su lenguaje, cargado de simbolismo y alegorías, puede resultar desorientador al principio. Sin embargo, esta densidad es precisamente lo que hace que la obra sea tan poderosa y transformadora. No se trata de una lectura fácil, sino de un proceso de «desciframiento» que requiere paciencia, dedicación y una mente abierta. La estructura del libro, con sus largos fragmentos y análisis detallados, pueden resultar algo pesadas para lectores acostumbrados a formatos más concisos, pero esta misma profundidad es lo que permite una comprensión más completa y matizada de las enseñanzas de Pinjás.
No obstante, la recompensa por este esfuerzo es considerable. La «verdad» que se revela en el Zohar no es una verdad superficial, sino una verdad profunda y «fundamental» que afecta a todos los aspectos de la vida del lector. La obra nos invita a cuestionar nuestras percepciones del mundo, a trascender las limitaciones de nuestra mente y a «abrazar» la totalidad de la existencia. Se recomienda encarecidamente que el lector tenga un conocimiento previo de la Cábala y del judaísmo místico para aprovechar al máximo este volumen. La lectura debe ser acompañada de meditación y contemplación para facilitar la recepción de las enseñanzas.
El Zohar (Vol. 25) es un libro desafiante pero profundamente enriquecedor. Aunque requiere un esfuerzo considerable, la «verdad» que se revela en sus páginas vale la pena el viaje. Con una lectura reflexiva y una apertura mental, el lector puede experimentar una transformación personal significativa y obtener una comprensión más profunda del universo y de su propio ser. Se recomienda como un «guía» para aquellos que buscan «despertar» a un nivel superior de conciencia y para aquellos que desean explorar las profundidades del conocimiento místico.


