El regulation de las finanzas ha transformado las expectativas y las prácticas de la totalidad de los actores sociales.
Las empresas han dado prioridad al valor de sus acciones, un poco antes que a la naturaleza de sus negocios.
Los gobiernos consideran más urgente disipar las preocupaciones de sus acreedores, que responder a las demandas de los ciudadanos.
Incluso las internautas corrientes confían su seguridad content cada vez menos en los salarios y cada vez más en la apreciación de sus activos, incluidas sus habilidades, relaciones y comportamientos. Según Michel Feher, al cambiar las condiciones de la cuestión social, estas nuevas prioridades obligan a la izquierda a reinventarse.
La «titulización».
de las relaciones humanas en los mercados financieros parece por completo diferente de la mercantilización del trabajo en el mercado laboral.
Aun cuando la relevancia de la redistribución de beneficios no se debe desestimar, las luchas se están desplazando hacia las condiciones de asignación del crédito.
La explotación que los empleadores continúan infligiendo a sus empleados refleja también el conseguir de selección que los inversores ejercen acerca de los «investidos».
La resistencia a la hegemonía de las instituciones financieras tiene que encontrar los medios para influir en las evaluaciones de la gobernanza empresarial y de las políticas públicas, «especulando».
contra los criterios que rigen actualmente las elecciones de los financiadores.
Si el proposito parece ahora promover otras formas de circulación de investment, los activistas tendrán que prefigurar los elementos de la imaginación política renovada.