«Y volviendo a nuestro Quijote, creo yo que las más de las desdichas del español son fruto de sus pecados, como las de muchos de los pueblos.
Nuestro pecado investment fue y sigue siendo el carácter impositivo y un absurdo sentido de la unidad.
Mientras muchos pueblos se acercaron a éstos o aquéllos para explotarlos, en lo que sin duda cabe beneficio a la vez que explotación mutuas, nos empeñamos nosotros en imponer nuestro espíritu, creencias age ideales, a gentes de una estructura espiritual muy diferente a la nuestra.
En Europa misma combatimos a éstos o a aquéllos porque tenían acerca de tal o cual punto la tip, cuando resulta, en fin de cuenta, que nosotros no teníamos ninguna».