La novela se centra en la odisea de Mundi, un joven hindú que, despojado de su identidad y tras ser rescatado por el aventurero inglés Allan Macumbe, es elevado a la posición de rey de Kafiristán. Este logro, fruto de una serie de eventos fortuitos y de la ingeniosa manipulación de Macumbe, lo impulsa a crear un reino idealizado, una sociedad basada en la honra, la lealtad y el rigor militar. Mundi, en su nueva posición, se convierte en un gobernante astuto y poderoso, un líder que establece leyes, construye fortificaciones y prepara a su pueblo para la guerra, todas ellas bajo la égida del “Gran Juego”, una competición clandestina de espionaje y traición que se desarrolla en el Imperio Británico.
El “Gran Juego” se convierte en el eje central de la trama, una red de intrigas y alianzas que involucra a personajes de todo tipo: transeúntes, contrabandistas, exploradores, espías y aventureros. Mundi, a través de su posición de rey, se ve inmerso en esta compleja red, estableciendo alianzas con figuras como el peligroso y astuto truhan Peachey Carnehan, y el enigmático y sofisticado Danny Dravot. Estas relaciones, cargadas de ambigüedad y potencialmente traicioneras, son cruciales para la supervivencia y el poder del reino de Kafiristán. La narrativa no se centra únicamente en las acciones de Mundi, sino que explora la dinámica de poder y las relaciones humanas en situaciones extremas.
La novela también presenta a Kim, el joven narrador que acompañaba a Macumbe, un joven de origen hídup (es decir, tanto hindú como budista) que se convierte en un intermediario clave entre Mundi y el mundo exterior. Kim, con su conocimiento de las costumbres locales y su habilidad para el lenguaje, es fundamental para el éxito del reino de Kafiristán, y su propia historia, que también se desarrolla a lo largo de la novela, proporciona una perspectiva valiosa sobre el mundo del «Gran Juego».
La historia de Mundi es, en esencia, una metáfora del ascenso social y político, la construcción de identidad y la búsqueda de poder. Al elevar a un simple hindu a la posición de rey, Kipling plantea interrogantes sobre la naturaleza del liderazgo, la legitimidad del poder y la importancia de la tradición y la costumbre. Mundi, a pesar de su origen humilde, se adapta a su nueva vida con una determinación admirable, convirtiéndose en un gobernante capaz de inspirar lealtad y de organizar un ejército eficiente. Sin embargo, su éxito no está exento de dificultades, ya que debe enfrentarse a amenazas externas y a intrigas internas.
El «Gran Juego» se convierte en un motor fundamental de la trama, impulsando las acciones de Mundi y de sus aliados. Macumbe, como figura paterna y guía, juega un papel crucial en el éxito del reino de Kafiristán, ayudando a Mundi a establecer leyes, a construir fortificaciones y a organizar campañas militares. No obstante, el «Gran Juego» también introduce un elemento de riesgo y desconfianza, ya que las alianzas establecidas podrían ser traicioneras. La novela destaca el peligro de la ambición desmedida y la importancia de la prudencia en el intercambio de promesas.
La figura de Kim es central para la comprensión de la novela. Su aprendizaje del idioma afgano, su admiración por el coraje de Macumbe y su asimilación gradual a las costumbres de Kafiristán permiten que se convierta en un puente entre el reino y el mundo exterior. La narrativa explora la experiencia de aprendizaje y la importancia de la adaptación cultural. Kim no es simplemente un narrador objetivo, sino un personaje en constante evolución, su destino está íntimamente ligado al destino de Kafiristán.
Opinión Crítica de El Hombre Que Llego A Ser Rey
“El Hombre Que Llego A Ser Rey” es una obra maestra de la narrativa de aventuras, y su influencia en la literatura y el cine es innegable. Rudyard Kipling, con su estilo descriptivo y sus personajes carismáticos, crea un mundo fascinante y creíble, donde la aventura, el coraje y la lealtad son valores fundamentales. La novela no solo es un homenaje a los viajes y la exploración, sino también una reflexión sobre la naturaleza del poder y la responsabilidad que implica el liderazgo.
Si bien la novela presenta a personajes como Peachey Carnehan, que podrían considerarse representaciones estratificadas de elementos negativos y peligrosos, es importante considerar que Kipling lo hace deliberadamente para explorar las consecuencias de la ambición desmedida y de la falta de moralidad. La obra no glorifica el truhanismo o la traición, sino que los utiliza como catalizadores para generar tensión narrativa y para proporcionar lecciones sobre la importancia del carácter. Es una obra que, a pesar de su contexto histórico (la colonización británica en la India), puede ser apreciada como una reflexión universal sobre la naturaleza humana.
Recomendación: «El Hombre Que Llego A Ser Rey» es una lectura imprescindible para los amantes de la literatura de aventuras, pero también para cualquiera que busque una obra que les hable sobre el coraje, la ambición y la importancia de la lealtad. Es una obra que, con sus personajes memorable y su trama excitante, seguramente despertará la fantasía y el interés en el lector. Le recomendaría que la lea con la mentalidad de un aventurero, disponible para aceptar los desafíos y las sorpresas que la narrativa tiene reserva.


