La estructura de «El Cuaderno de la Ausencia» es intrincada y deliberadamente fragmentada, reflejando la naturaleza de la memoria misma, que es selectiva, a menudo imprecisa y sumamente personal. El libro no se presenta como una narrativa lineal, sino como una serie de reflexiones, recuerdos y relatos que se entrelazan y se superponen, evocando las vidas de figuras clave dentro del árbol común de la familia Baroja. El autor se centra principalmente en la figura de su tío abuelo, Pío Baroja, el narrador preeminente de la generación del 98, analizando su obra, su personalidad y su relación con la historia española.
Sin embargo, «El Cuaderno de la Ausencia» va mucho más allá de una simple biografía de Pío Baroja. El autor recorre la vida de sus hermanos, Ricardo, el pintor, y Carmen, la etnóloga y escritora, explorando sus diferentes vocaciones y sus contribuciones al mundo del arte y la cultura. También se dedica a profundizar en la vida de los hijos de Julio Caro Baroja, el antropólogo e historiador, mostrando cómo se transmitió la pasión por el conocimiento y la investigación a través de las generaciones. La narración se vuelve rica en detalles sensoriales, describiendo las «
» cargada de reminiscencias, y la narración se convierte en un acto de reconstrucción y reinterpretar la historia familiar. La escritura es consciente de la naturaleza efímera del recuerdo, buscando capturar la fragilidad y la belleza de esos momentos que se desvanecen con el tiempo.
El núcleo de «El Cuaderno de la Ausencia» es una exploración profunda de la naturaleza de la memoria. Pío Caro Baroja no intenta ofrecer una imagen completa y objetiva de sus antepasados, sino que se centra en la interpretación personal de la memoria, mostrando cómo ésta puede estar influenciada por el tiempo, las emociones y las propias perspectivas del narrador. El libro se presenta como una serie de «fragmentos» que, aunque a veces desconexos, se consueldan para construir un retrato más completo de la familia Baroja. La intencionalidad del autor es demostrar cómo la memoria es, en sí misma, un proceso creativo, en el que se añaden, modifican o se olvidan informaciones.
La escritura de «El Cuaderno de la Ausencia» está marcada por un tono íntimo y conversacional, como si el autor estuviera conversando directamente con el lector. Esto crea una atmósfera de cercanía y confianza, que permite al lector participar en el proceso de reconstrucción de la historia familiar. El autor no se limita a relatar los hechos, sino que los interpreta, los analiza y los reinterpreta, mostrando cómo la memoria puede ser manipulada o distorsionada. La
, » que nos invita a reflexionar sobre la naturaleza de la memoria, sobre la importancia de los lugares y sobre la relación entre el pasado y el presente. La intención del autor es que el lector se sumerja en la intimidad de la familia Baroja, y que se sienta parte de esa historia.
El estilo de escritura de Caro Baroja es particularmente evocador y sensorial. El autor utiliza una rica descripción de los lugares, los objetos y los eventos que marcaron la vida de los personajes, lo que permite al lector visualizar con claridad los escenarios y sentir las emociones de los protagonistas. Además, el autor utiliza un tono conversacional y personal, que crea una atmósfera de cercanía y confianza. El resultado es un libro que es a la vez introspectivo y accesible, que nos permite comprender mejor los desafíos de la familia Baroja, y a la vez, nos invita a reflexionar sobre nuestra propia memoria.
Sin embargo, la obra no está exenta de preocupaciones. La intensa subjetividad del autor puede llevar a ciertos sesgos interpretativos, y a una exagerada centración en la familia Baroja. A pesar de esto, “El Cuaderno de la Ausencia” es un libro que debe ser leído con precisión y sensibilidad, y que nos ofrece una valiosa oportunidad para reflexionar sobre la naturaleza de la memoria, y sobre la importancia de los lugares. Es una obra que me recomiendo especialmente a aquellos que tengan interés en la literatura española, en la historia familiar, y en la exploración de la memoria. Es un libro que se lee lentamente, con gusto, y que deja una impresión duradera.


