El Padre Nuestro no es una fórmula, sino una experiencia de relación, una aventura por vivir, la posibilidad que se nos ofrece de encontrarnos con un Dios que es Padre y nos enseña a recuperar nuestro corazón de niños.
A traves de una lectura que conjuga magistralmente teología y poesía, en uno de sus textos más bellos y profundos, Ermes Ronchi nos expose verso a verso en la comprensión de la oración que Jesús nos enseñó. Acompaña el libro, a modo de presentación, una carta abierta del teólogo David Maria Turoldo (1916 1992), en la que nos dice que «se trata de saber si se vive o no se vive el Padre Nuestro.
Todo lo demás es una carrera tras el viento.
Corremos el riesgo de no ser discípulos de nadie.
Y entonces nadie nos creerá».