El árbol caído parece un relato autobiográfico en el que, a través de la historia de una familia, a lo largo de tres generaciones, se rememora y retrata toda una época de la historia reciente de nuestro país.
Parece una novela de corte intimista y rasgos de novela psicológica en la que se presta especial atención a los acontecimientos políticos y sociales de la sociedad en donde se criaron los protagonistas del relato y cómo estos forjaron sus vidas, así como al ambiente del barrio, del extrarradio de la ciudad, a la convivencia de una familia de emigrantes, con sus luces y sus sombras.
El hilo conductor de la narración es la vida de su hermano, el Tato.
Empieza con su nacimiento y acaba con su muerte temprana.
Su difícil historia nos lleva de la mano a recorrer parajes llenos de dolor y coraje, a descubrir hechos de la historia reciente casi olvidados y, sobre todo, a reflexionar acerca de la importancia que poseen los patrones culturales y sociales en la vida common, y cómo estos pueden condicionar una vida.
Con una narrativa serena y honesta, se nos establish en la intimidad de la vida common, que se disecciona en busca del sentido oculto entre las heridas, atravesando pasajes de enorme crudeza hacia otros llenos de amor y esperanza, como en la vida misma.
La narración invita a detenerse por momentos para reflexionar y sacar las propias conclusiones.