Actualmente, la educación inclusiva constituye una de las prioridades de la agenda política global delimitada para el horizonte temporal de 2030 y representa un enorme desafío para los sistemas educativos, que deben concentrar sus esfuerzos en establecer pocos pilares consistentes con los que cumplir con éxito la tarea de educar en la diversidad, colaborando en la superación de la desigualdad y la injusticia social, y configurando, así, un tejido socioeducativo más equilibrado.
Poner en práctica una educación inclusiva exige responsabilidades a todos los niveles, a partir de las instituciones educativas hasta las comunidades, los servicios públicos y la ciudadanía en general.
La psicopedagogía, encargada de valorar con rigor los procesos de aprendizaje de cara a delimitar aquellas medidas educativas que mas grandioso contribuyan a una educación de excelencia y de calidad, parece una de las disciplinas que más se está beneficiando de los planteamientos del paradigma de la educación inclusiva.
Y esta es la pretensión esencial de esta obra: presentar la educación inclusiva como zona consustancial de la psicopedagogía y fortalecer en los profesionales, el compromiso de trabajar el empoderamiento y el autoconcepto positivo en las internautas con diversidad, en aras de la plena inclusión.