“Dominar” se despliega como una extensa genealogía del Estado moderno, rastreando sus orígenes desde la Edad Media hasta la actualidad. Los autores no se limitan a describir la evolución institucional del Estado, sino que se adentran en la
, como la Iglesia, la Escuela, y los medios de comunicación, como herramientas para la construcción de esta dominación. Además, los autores destacan la importancia del “sentido común”, un conjunto de ideas y valores compartidos que permite al Estado mantener el control sobre la sociedad. Este «sentido común» no es algo dado, sino que se construye y se mantiene a través de un proceso de socialización, que comienza en la infancia y continúa a lo largo de la vida.
“Dominar” es una obra que, a primera vista, puede resultar pesada y académica, pero que en realidad ofrece un análisis excepcionalmente lúcido y relevante de la relación entre el Estado y la sociedad. El libro se erige como una crítica radical a la idea de soberanía estatal, no como una defensa de una forma de gobierno específica, sino como un llamado a la desconfianza y a la necesidad de repensar la naturaleza del poder. La argumentación de Dardot y Laval se basa en una profunda genealogía del Estado, mostrando que la legitimidad de su poder nunca ha sido dada, sino construida, y que esta construcción se basa, fundamentalmente, en la «fe» en su autoridad.
El libro destaca la importancia del concepto de «misterio» en la comprensión del Estado. El autor argumenta que el Estado siempre ha sido un agente activo en la construcción de la sociedad, y que la legitimidad de su poder se basa en la aceptación de este «misterio». Este «misterio» se perpetúa a través de rituales, discursos y la creación de un «sentido común» que permite al Estado mantener el control sobre la sociedad. Al desvelar este «misterio», Dardot y Laval nos ofrecen una perspectiva crítica sobre la naturaleza del poder y la necesidad de cuestionar la autoridad estatal.
Además, el libro analiza la relación entre el Estado y la «sociedad civil». El autor argumenta que la sociedad civil no es un espacio autónomo y neutral, sino que está siempre bajo la influencia del Estado. La sociedad civil se crea a través de la acción del Estado, y se mantiene a través de la imposición de valores y normas. El autor hace hincapié en el papel de las instituciones, como la Iglesia, la Escuela y los medios de comunicación, como herramientas para la construcción de esta dominación. Por lo tanto, «Dominar» no solo ofrece un análisis histórico, sino que también nos invita a reflexionar sobre nuestra propia posición en relación con el Estado, y a cuestionar las formas en que nos relacionamos con él.
Opinión Crítica de Dominar: Desafiando las Suposiciones y Abriendo Espacios de Reflexión
“Dominar” es una obra poderosa y provocadora que, sin duda, desafía las suposiciones más arraigadas sobre la naturaleza del Estado. La crítica a la idea de soberanía estatal, basada en una genealogía exhaustiva y una profunda comprensión de la historia del Estado moderno, es, en mi opinión, fundamental para entender las complejidades de la relación entre el poder y la sociedad. Sin embargo, no está exenta de desafíos, y su lectura requiere una actitud crítica y reflexiva.
Si bien la idea de que el Estado siempre ha sido un agente de dominación es, en cierto sentido, evidente, la obra podría beneficiarse de una mayor exploración de las consecuencias prácticas de esta crítica. Si bien los autores señalan la importancia del «misterio» y del «sentido común» en la perpetuación del poder, la obra podría enriquecerse con un análisis más detallado de las estrategias que utilizan los gobernantes para mantener este «misterio» y cómo las personas han contribuido a su mantenimiento. Además, la obra podría explorar más a fondo las diferentes formas en que la dominación se manifiesta en la sociedad, más allá de la esfera política.
No obstante, «Dominar» ofrece un valioso punto de partida para una nueva forma de pensar sobre el Estado. La obra nos invita a desconfiar de las narrativas oficiales y a cuestionar las verdades impuestas por el poder. En un momento en que las instituciones democráticas se encuentran bajo presión y las sociedades se enfrentan a desafíos globales sin precedentes, «Dominar» nos proporciona las herramientas intelectuales necesarias para abrir espacios de reflexión y debate sobre la naturaleza del poder y la necesidad de una sociedad más justa y equitativa.
