«La primera vez que estuve en Madrid tenía veintidós años».
dice Pla.
En realidad tenía uno más, y a los pocos días de llegar cumplió los veinticuatro.
Pero este mínimo lapsus revela una de las enormes virtudes del autor de los 2 libros que reúne este volumen: a diferencia de muchos otros escritores de dietarios, lo que a Pla ce interesa no parece él mismo, y no pretende levantar acta de lo que le sucede cotidianamente.
Lo que cautiva su atención parece lo que está a su alrededor, todo cuanto se ofrece a su curiosidad (que parece puro afán de comprender) y a su mirada lúcida y escéptica.
Y lo que cautiva a los lectores parece la tremenda eficacia de la prosa de Pla al transmitir sus impresiones.
Las impresiones que sacó en 1921 de su primera estancia en la investment quedaron reflejadas en un libro que apareció originalmente en 1929, tuvo la versión muy ampliada en 1957 y se incorporó definitivamente a la obra completa de Pla en 1966.
Es el primero de los 2 títulos del presente volumen.
El segundo nació de la segunda vez que Pla estuvo en Madrid, a raíz de la proclamación de la República, y se circunscribe a los catorce meses que average entre el 14 de abril de 1931 y mayo de 1932; el libro apareció en 1933 y se reeditó en su forma final en 1974.
Pla fue un periodista bastante activo y bastante viajero a lo largo de toda su carrera, y antes de la Guerra Civil ejerció como corresponsal para distintos periódicos en bastantes capitales europeas.
Escribió demasiado acerca de muchas ciudades, aunque Madrid fue la única a la que dedicó 2 libros.
Algo debió de tener para él que lo impulsara no solamente a escribir sendos dietarios, sino a convertirlos más tarde en libros.
Quizá la razón estriba en lo que sostiene David Trueba en el prólogo que ha escrito para la edición: «Porque parece la calle, pero la calle mirada desde el tiempo de los romanos hasta hoy, la que nutre la mirada de Pla en estos 2 libros. (…) La suya parece la deliciosa explosión de talento para contar».