La historia se desarrolla en una cueva donde un murciélago, al que llamaremos «Cabeza», pasa el día durmiendo boca abajo. La peculiaridad de esta situación no solo atrae la atención de los otros animales del bosque, sino que también genera un caos cómico y reflexivo. El oso, un gigante gentil, es el primero en visitar a Cabeza, seguido por el gato, siempre elegante y con un aire de superioridad, y, por supuesto, el perro, un compañero leal y siempre dispuesto a jugar. Pero la cueva no es un lugar de paz, pues la necesidad de ver la situación desde diferentes ángulos y la potencial amenaza de ser comido por el oso, crean una situación de constante expectativa y tensión.
A medida que los animales visitan a Cabeza, el lector se encuentra con una experiencia interactiva. La clave para entender la historia está en
es subjetiva. Es una forma innovadora de abordar la lectura infantil, alejándose de la idea de que existe una única «verdad» y abriendo la puerta a la
y su interés por los libros. Recomiendo este libro a padres y educadores que busquen una forma creativa y efectiva de estimular el desarrollo de los niños.
Por otro lado, la simplicidad de la historia no la hace menos valiosa. Al contrario, esta simplicidad permite que el foco principal esté en la experiencia interactiva y en el juego de perspectivas. El libro es una excelente opción para niños de entre 3 y 6 años, aunque seguramente también será disfrutado por niños mayores que aprecien su ingenio y su originalidad. Es un libro que se puede disfrutar una y otra vez, y que siempre ofrecerá nuevas experiencias. “De Cabeza” es una joya del mundo editorial infantil, y lo recomiendo encarecidamente.


