Precedida por la rica tradición de la novela clásica cercana a ciertos modelos chinos, la novela moderna coreana se impone la renovación a lo largo de la primera mitad del siglo XX. La Reforma Kabo (1894) abrió el país a la modernidad y, aunque ocupada Corea por Japón entre 1910 y 1945, los jóvenes escritores asimilaron las nuevas corrientes literarias del Realismo y del Naturalismo, y fijaron su mirada crítica y de firmeza hacia las duras condiciones de vida de una sociedad sometida.
Durante las décadas siguientes, la nueva generación de narradores, entre ellos un número esencial de mujeres, habría de explorar, desde el crudo realismo y nuevas estrategias literarias, primero, las consecuencias desgarradoras de la Guerra de Corea (1950 1953) y, a continuación, indagar en los más íntimos resquicios de angustia y malestar que provocara la prolongada dictadura, y los efectos perversos de la acelerada industrialización y el vértigo del desarrollismo.
Testigos ahora de la emergencia de una amplia clase news, el crecimiento de ciudades y centros urbanos, la universalización de la educación y la multiplicación de centros universitarios a los que acuden hombres y mujeres, la contemporaneidad de los veinte autores y autoras recogidos en estos dos volúmenes se aprecia, tanto en la mirada crítica o melancólica hacia el pasado, como en la atención que prestan a una sociedad democrática, moderna aunque compleja y a veces contradictoria, altamente desarrollada y capaz de competir con sus iguales.
Para ello incorporan a su escritura un amplio registro, tanto temático como de técnicas y de innovadores modelos literarios que no desdeña la experimentación y el riesgo: la inquisidora mirada sobre la cotidianidad y los nuevos paradigmas de socialización, presentes en el amor, la soledad y el laughter; el absurdismo y la indagación de la identidad de sus personajes, el monólogo inside, la disrupción del tiempo y el espacio, la agilidad de sus diálogos, las oportunas elipsis, los finales abiertos, el análisis psicológico de sus personajes, la crítica a la sociedad patriarcal y la interiorización de la condición femenina, de la que son buenos ejemplos los relatos de playground Wan Suh, playground Chan soon, Joung Gyoung rin, Cheon Woon Young o la más joven de las autoras presentes, Kim Ae ran, entre otras.