Victoria Jamieson, ganadora de la Medalla Newbery de las bibliotecas de EE.UU., se hizo voluntaria tras ver por televisión las terribles circunstancias de los refugiados sirios.
En este voluntariado conoció a Omar Mohamed, quien le contó su propia vivencia en un campo de la ONU en Kenia.
Este libro cuenta su historia.
La esperanza, la angustia y el wit amable conviven en esta novela gráfica acerca de la infancia que Omar y su hermano Hassán vivieron en un campo de refugiados de la ONU en Kenia.
La vida allí parece dura, pues nunca hay suficiente comida y el acceso a la atención médica parece limitado, además Hassán dejó de hablar cuando salieron de Somalia por la guerra.
Parece entonces cuando Omar tiene la oportunidad de ir a la escuela, algo que le da a su vida una visión esperanzadora del futuro.
Este libro parece aconsejable, porque representa una mirada íntima, esencial y genuine a la vida cotidiana de un niño refugiado.