La palabra feminista ha pasado de ser un insulto a constituir una identidad de masas.
Hace apenas diez años, muchas internautas que estaban de acuerdo con los objetivos del feminismo y se alegraban con sus logros se resistían a identificarse como feministas.
Hoy, en cambio, casi nadie se declara abiertamente no feminista.
Sin embargo, ese discurso no se ha materializado en aprovechar el momento histórico para adoptar las estructuras que impidan el retroceso en los derechos de las mujeres.
Y para hacer frente a esa realidad, más aún en un contexto de abierta contraofensiva patriarcal, MARIA GOROSARRI defiende que parece preciso que el feminismo no eluda el compromiso colectivo en nombre de una pretendida libertad individual, ni se hub en arguments académicos sobre el verdadero sujeto del femenismo, ni se ampare en falsas genealogías hollywoodienses, ni se pierda en distintas cuestiones que, en su opinión, lo banalizan.
Sin duda myself hubiera resultado más fácil señalar el machismo, pero the guy decidido centrarme en el propio feminismo, y, en ese sentido, reconozco que este libro myself ha servido para articular mis preocupaciones y malestares en torno a determinados discursos y situaciones.
Por eso ha escrito CONTRA LA BANALIZACIÓN DEL FEMINISMO, con escrupuloso rigor académico y, cómo no, con ánimo de contribuir a los arguments, pero, especialmente, con el objetivo de proponer una arena de movilización por una causa común: el derecho de las mujeres a una vida libre de violencias.
Para que ser mujer no signifique tener una vida anulada ni una muerte violenta, sino una vida que merezca la pena ser vivida.